Historia de Extremadura: De la Regencia de Espartero a la Revolución de 1854

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Extremadura durante la Regencia de Espartero

La oposición a algunas de las medidas de María Cristina provocó el pronunciamiento de la Milicia Nacional en diversas provincias. El 1 de septiembre de 1840 se pronunció la Milicia Nacional y los días 3 y 6 lo hacían las de Cáceres y Badajoz. Se constituyeron así juntas provinciales y se recaudaron fondos para ayudar a la causa liberal y salvar la Constitución de 1837.

La regencia de Espartero significó un nuevo impulso al proceso desamortizador con la venta de los bienes del clero secular. La dura represión del levantamiento republicano en Barcelona, realizada por Espartero, condujo a la formación de un gobierno dirigido por el extremeño Gómez Becerra y a la creación de una atípica coalición de moderados y progresistas para derrocar a Espartero. Durante el mes de julio se produjeron levantamientos contra el Regente, tras los cuales fue declarado -el 15 de julio- el estado de guerra en toda Extremadura, no recuperándose hasta agosto la normalidad en la región.

En lo que respecta a Extremadura, en este momento comenzó el despliegue del recién creado cuerpo de la Guardia Civil, al que se asignó el 9º Tercio con sede en Cáceres. Su papel fue destacado tanto en la represión del bandolerismo, como en el control de las esporádicas partidas carlistas, que reaparecieron en 1848 procedentes de Portugal. La intentona fue fácilmente controlada.

Extremadura en la Revolución de 1854 y el Bienio Progresista (1854-1856)

Durante el verano de 1854, se declaró en Extremadura la ley marcial y, en el mes de julio, Badajoz se levantó contra el gobierno, que publicó un manifiesto a favor de la libertad, la moralidad y la milicia nacional. Cáceres se pronunció pocos días después y el apoyo popular a la revolución se extendió por las principales localidades de la región.

Tanto en Badajoz como en Cáceres, las juntas de gobierno se propusieron mantener el orden y disolver las juntas constituidas en los pueblos de la región, y se iniciaron los preparativos de las elecciones constituyentes, para lo que se utilizó la ley electoral de 1837.

En la provincia de Badajoz las ocupaciones de tierras, los sabotajes de las explotaciones mediante incendios y las negativas a pagar tributos fueron una realidad a la que debieron hacer frente las autoridades. Por otro lado, la situación del campesinado se agravó como consecuencia de las malas condiciones meteorológicas del invierno de 1854-1855. Hubo levantamientos y alteraciones del orden en la ciudad de Badajoz, en julio de 1855 y en la primavera de 1856, reflejo de las dificultades a nivel nacional. Finalmente, la crisis política se resolvió con el reforzamiento del principio de autoridad. Se implantó la ley marcial y se dejó en suspenso la obra política de los progresistas (Constitución de 1856 y desaparición de la Milicia Nacional).

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