Historia de la II República: Del Bienio Conservador al Frente Popular

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Demografía, Economía y Sociedad durante la II República

(Este apartado se desarrollará en futuras secciones para ofrecer una visión completa del contexto social y económico de la época.)

El Bienio Conservador (1933-1936)

Tras las elecciones, Lerroux formó un gobierno que necesitaba el apoyo de la CEDA desde el Parlamento. El nuevo ejecutivo inició una política de rectificación de las reformas del bienio reformista:

  • Paralización de la reforma agraria, con la consiguiente expulsión de las tierras que habían ocupado a miles de jornaleros.

  • Interrupción de la reforma militar y designación para puestos clave de militares claramente antirrepublicanos como Franco, Goded o Mola.

  • Conciliación con la Iglesia católica.

  • Enfrentamiento con los nacionalismos periféricos. Freno al proyecto de Estatuto de Autonomía vasco y enfrentamientos con la Generalitat catalana.

En un contexto de creciente tensión internacional (Hitler había llegado al poder en 1933), la crispación política llegó a niveles difíciles de sostener. El ingreso en el gobierno de ministros de la CEDA en 1934 llevó a la izquierda al camino de la insurrección. La insurrección de 1934, seguida de una fuerte represión, hizo que la violencia se adueñara del escenario político. El camino hacia el conflicto civil se había iniciado.

El Triunfo del Frente Popular (1936)

Las elecciones generales del 16 de febrero de 1936, con esa marcada pendularidad del carácter español, dieron otra vez el triunfo a las izquierdas, que obtuvieron 250 actas de diputados; el centro portelista lograba 45 y las derechas 176. Tal victoria fue obra del Frente Popular, asociación de las izquierdas republicanas con socialistas y comunistas preconizada por la Internacional Comunista en 1935 para dar la batalla al fascismo en Europa. El Gobierno dejó en manos del Frente Popular la suerte del país. Un gabinete de Azaña proclamó la amnistía general, restableció en Cataluña la situación anterior a octubre de 1934, detuvo al Consejo de Falange —partido creado por José Antonio Primo de Rivera el 29 de octubre de 1933 con la misión de devolver a España su destino histórico— y no supo imponerse a los disturbios y las huelgas.

El 31 de marzo de 1936 las derechas se retiraron del Parlamento y el 7 de abril, este acordó la destitución de Alcalá-Zamora y la elevación de Azaña a la presidencia. El nuevo jefe del Gobierno, Santiago Casares Quiroga, se dedicó a combatir al fascismo, entendiendo por tal todo aquello que no quedara comprendido en la denominación de Frente Popular. Frente a este se alzaba, además de la Falange y Acción Española, el Bloque Nacional, que, presidido por José Calvo Sotelo, agrupaba a los monárquicos de Renovación Española, los tradicionalistas y algún independiente.

El 16 de junio de 1936 tuvo lugar una de las sesiones parlamentarias más dramáticas de la historia de España, en la que se produjeron insultos y amenazas de muerte. El 13 de julio de 1936 fue asesinado Calvo Sotelo. Este crimen de Estado estremeció a España y precipitó los acontecimientos. La República iba a caer víctima de su propio sectarismo.

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