Historia de las Migraciones en España: Evolución e Impacto Socioeconómico
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Migraciones Exteriores en España: Historia y Evolución
Las migraciones exteriores son los movimientos de población fuera de las fronteras de un país. Pueden ser temporales, ligadas normalmente a actividades agrícolas, o de larga duración o definitivas. Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la crisis de 1973, España fue un país de emigrantes cuyo destino tradicional era ultramar y Europa Occidental. A partir de ahí, la emigración exterior se detuvo y España se ha convertido en un país de inmigración hasta hoy en día.
España conoció pronto este tipo de emigración, ya que durante algunos siglos las Indias americanas fueron el destino de muchos españoles. Desde mediados del siglo XIX, distinguimos cuatro momentos clave:
Periodo 1: 1850-1930
- América: Las cifras más altas se dieron entre 1889 y 1896.
- Norte de África: Más intensa durante el siglo XIX, manteniéndose hasta 1936.
- Europa: Sobre todo Francia en el periodo de entreguerras.
Periodo 2: 1931-1945
Unos 300.000 emigrantes se marcharon por razones políticas, dirigiéndose a Francia, México y Rusia.
Periodo 3: 1940-1960
Las corrientes migratorias se dirigieron principalmente a América y Europa, aunque la corriente emigratoria no se reanudó plenamente hasta 1953. A finales de los años 50, el movimiento se intensificó hacia países de Europa Occidental, con Francia dominando en plena reconstrucción. Los emigrantes provenían de zonas con excedentes demográficos (Extremadura, Andalucía) y se empleaban en trabajos duros.
Periodo 4: 1960-1980
Durante este periodo, los destinos principales fueron los mismos:
América
La corriente migratoria disminuyó. Los países iberoamericanos siguieron siendo los principales receptores, aunque aumentó ligeramente el número de emigrantes que llegaron a EE. UU. y Canadá.
Europa
Entre 1960 y 1975, se calcula que salieron de España más de un millón de emigrantes. Las regiones más afectadas fueron Andalucía y Galicia, seguidas por Castilla y León, la Comunidad Valenciana y Extremadura. Los países de destino fueron Alemania, Suiza y Francia, dedicándose los emigrantes a la construcción, la hostelería, la siderurgia y la agricultura. Entre 1964 y 1974, los emigrantes enviaron a España 750.000 millones de pesetas.
Sin embargo, en los últimos años de este periodo, la situación se revirtió y el saldo migratorio comenzó a ser positivo para España, como consecuencia del retorno de los emigrantes ante la crisis. Desde entonces y hasta hoy en día, España ha dejado de ser un país de emigración debido a la mayor formación de su mano de obra, el aumento del nivel de vida y la competencia en los lugares de destino por parte de inmigrantes procedentes de países menos desarrollados en los trabajos peor pagados, así como la de los trabajadores nacionales mejor pagados.
España como País de Inmigración y la Crisis Actual
Hoy en día, España ya no es un país de acogida debido a la crisis económica que se está sufriendo. Esta crisis ha provocado que numerosos ciudadanos abandonen nuestro país, siendo más numerosos los que se van que los que vienen.
Impacto de las Migraciones en España
Estas migraciones han tenido también grandes consecuencias demográficas, económicas y sociales:
- Consecuencias Demográficas: Se manifestaron en una disminución de la población y en su distribución, acentuando los desequilibrios entre regiones.
- Consecuencias Económicas: Fueron positivas, ya que aliviaron el desempleo y las divisas enviadas por los emigrantes contribuyeron al desarrollo económico español. Sin embargo, también hubo aspectos negativos, pues muchos ahorros no se invirtieron adecuadamente.
- Consecuencias Sociales: Se caracterizaron por duras condiciones de vida y de trabajo para los emigrantes.
Las Migraciones en el País Vasco
El País Vasco fue durante mucho tiempo una tierra de emigrantes, destacando las migraciones hacia América. La causa principal de esta emigración fue la particular estructura social de los territorios vascos. La institución del mayorazgo otorgaba a los demás varones un papel secundario, del que solo podían librarse emigrando de su tierra o dedicándose a la vida clerical. La gran experiencia marinera de los vascos y la excelente calidad de las naves cántabras les permitió participar activamente en la conquista de América.
Emigración Vasca Post-Independencia Americana
Tras la independencia de Hispanoamérica, se produjo otra oleada de emigración. La necesidad de buenos pastores en América, unida a la crisis de la vieja Europa, impulsó las emigraciones masivas de los vascos hacia el continente americano.