Historia de la Península Ibérica: Desde la Conquista Romana hasta Al-Ándalus
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Conquista Romana y Romanización
La conquista romana de la Península Ibérica se desarrolló durante la guerra púnica (218-201 a.C.) en un proceso que duró 200 años. Este proceso se puede dividir en tres etapas:
Etapas de la Conquista Romana
- Segunda Guerra Púnica y Revuelta Íbera: Roma sofocó la rebelión de los pueblos conquistados.
- Guerras Celtíbero-Lusitanas: Estas guerras culminaron con la dominación romana del centro y oeste peninsular. Destacan la conquista de Numancia y la derrota del lusitano Viriato.
- Guerras Cántabro-Astures: Dirigidas por Augusto, estas guerras finalizaron la conquista de la península.
Romanización
La victoria de Roma dio inicio al proceso de romanización, la asimilación de la cultura y vida romanas. Este proceso fue desigual, más intenso en el sur y más lento en el norte. Se vio favorecido por la extensión de la vida urbana, el asentamiento de ciudades romanas, la inclusión de tropas peninsulares en el ejército, la introducción del latín y el derecho romano.
Legado Cultural
El legado cultural romano incluye las aportaciones de Séneca, Lucano o Marcial, la imposición de cultos religiosos y el posterior desarrollo del cristianismo. También destaca la arquitectura y las obras públicas.
Hispania se convirtió en una provincia romana con el uso de moneda, esclavos y un sistema colonizador.
Reino Visigodo
En el siglo V d.C., la Península Ibérica fue invadida por pueblos bárbaros. En el año 409 d.C. llegaron los suevos (Galicia), vándalos (sur) y alanos (noreste). Los visigodos, más romanizados, pactaron con Roma, que les ofreció tierras a cambio de expulsar a los demás bárbaros. Los alanos fueron exterminados, los suevos arrinconados y los vándalos expulsados.
Los visigodos se instalaron en el sur (reino de Tolosa), pero fueron derrotados en el 507 por los francos (batalla de Vouillé) y se asentaron en la península, fundando Toledo como capital.
Unificación y Consolidación
Leovigildo logró unificar el territorio, reinado por un solo señor, incluyendo todos los territorios. La unificación religiosa llegó con Recaredo al convertirse al catolicismo y la unidad legislativa con Recesvinto, que estableció el Fuero Juzgo.
Organización Política
La monarquía visigoda era efectiva y se gobernaba a través de:
- Aula Regia: órgano consultivo formado por nobles.
- Officium Palatinum: administración compuesta por duques y condes.
Los Concilios de Toledo eran asambleas eclesiásticas, pero a partir del tercer concilio adquirieron dimensión política.
Cultura y Sociedad
A nivel cultural, los visigodos adoptaron la tradición latina, cristiana e imperial. La sociedad se ruralizó.
Al-Ándalus
La llegada de los musulmanes a la península en el siglo VIII supuso una revitalización económica.
Economía
Dentro del núcleo urbano había mercados (zocos y alhóndigas) y centros artesanales (alcaicerías). Se recuperó el uso de la moneda y se produjo la integración de Al-Ándalus al circuito económico islámico.
Agricultura
La agricultura alcanzó un gran desarrollo gracias a nuevas técnicas (acequias, canales, norias), la mejora de los regadíos y la llegada de cultivos como arroz, azúcar, hortalizas y algodón.
Artesanía y Comercio
La actividad artesanal floreció con los talleres textiles, de cerámica y de artículos de lujo como seda o perfumes. El comercio se desarrolló con el Mediterráneo y el norte de África, de donde llegaban oro, marfil y esclavos.
Organización Social
La organización social dividía a la población en:
- Musulmanes: Clanes árabes que formaban la aristocracia, bereberes norteafricanos e hispanos convertidos al islam.
- No musulmanes: Judíos que vivían en aljamas y mozárabes que vivían fuera de las ciudades.
- Esclavos.
Cultura
La cultura se basaba en el islam e impulsó el árabe. Destacan en el arte y la arquitectura la Mezquita de Córdoba y la Alhambra, en filosofía Averroes y en matemáticas el álgebra.