Historia de la Península Ibérica: Desde los Primeros Pobladores hasta la Reconquista
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Los Primeros Habitantes
Iberos (5000-3000 a.C.)
Se asentaron en el Mediterráneo Oriental y el sudeste peninsular. Su estructura social era jerarquizada y se dedicaban a la ganadería, agricultura y comercio. Destaca la escultura ibérica, como la Dama de Elche, una escultura en piedra caliza del siglo V-IV a.C. que representa a una dama ricamente ataviada con un tocado compuesto por tiara, velo y diadema.
Celtas (IX-VII a.C.)
Provenientes del norte de Europa, se establecieron en el norte peninsular. Vivían en castros, poblados fortificados con una estructura básica. Eran pueblos guerreros, dedicados a la ganadería, caza y pesca.
Celtíberos
Fruto de la mezcla entre iberos y celtas, se asentaron en el centro oeste peninsular. Desarrollaron una cultura propia con elementos de ambas culturas, destacando en la escultura, metalurgia y tejidos.
La Llegada de los Imperios
Romanos (218 a.C. - 409 d.C.)
Convirtieron la península en la provincia de Hispania, imponiendo el latín vulgar, la ley romana y sus costumbres. Su legado arquitectónico perdura en calzadas, puentes, acueductos y teatros, como los de Mérida. El cristianismo se extendió durante este periodo. Hispania se convirtió en un importante proveedor de grano, oro y plata para Roma. Destacan figuras como los escritores Quintiliano y Séneca, y emperadores como Trajano, Adriano y Teodosio. Ciudades importantes: Barcino e Iria Flavia (actual Santiago de Compostela).
Visigodos (Siglo V d.C.)
Tras la caída del Imperio Romano, los bárbaros, liderados por el rey Rodrigo (último rey visigodo), invadieron la península. Los visigodos se establecieron en el norte y centro, mientras que los vándalos ocuparon el sur. Su impacto cultural fue limitado.
Al-Ándalus (711-1492)
En el año 711 d.C., los árabes, provenientes de Damasco (Siria), cruzaron el Estrecho de Gibraltar e iniciaron la conquista de la península. Tras la victoria en la batalla de Guadalete, el dominio musulmán se extendió rápidamente. Los reinos cristianos se refugiaron en las montañas del norte. En el año 722, la batalla de Covadonga, liderada por Don Pelayo, marcó el inicio de la Reconquista cristiana.
Durante ocho siglos, la cultura andalusí dejó una profunda huella en la península: religión musulmana, leyes, costumbres, lengua, gastronomía, regadío y arquitectura. Algunas palabras, como Madrid (Al-Mayrit,"lugar rico de fuentes de agu"), tienen origen árabe.
Arte Andalusí
El arte mudéjar, con su característico uso de motivos florales, geométricos y del agua, se desarrolló principalmente en Andalucía. La representación de Dios (Alá) y del profeta Mahoma estaba prohibida.
- Mezquita de Córdoba: Tercera mezquita más grande del mundo, tras la Kaaba de La Meca y la Cúpula de la Roca en Jerusalén. Destaca su patio con árboles en el interior. Es Patrimonio de la Humanidad.
- Giralda de Sevilla: Antiguo minarete de la mezquita, hoy desaparecida. Los cristianos construyeron una iglesia, la actual Catedral de Sevilla, utilizando la Giralda como campanario. Antiguamente se subía a caballo, por lo que no tiene escalones.
- Alhambra de Granada: Conocida como"la roj" por el color de sus muros, fue palacio, fortaleza y residencia de los reyes árabes, incluido el último, Boabdil. Ejemplo de arquitectura árabe, destaca el Patio de los Leones, con una fuente rodeada de doce leones con una rica simbología (doce tribus de Israel, signos del zodíaco).
Convivencia de Culturas
Durante la dominación musulmana convivieron tres culturas: musulmanes, cristianos y judíos. Estos últimos podían practicar su religión pagando un impuesto a los árabes.
La Reconquista y el Fin de Al-Ándalus
En 1492, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, culminaron la Reconquista con la conquista de Granada, expulsando a los árabes de la península. Este hecho marcó el fin de Al-Ándalus y el comienzo de la España moderna. Se creó el Tribunal de la Santa Inquisición, que perseguía a los herejes y a los moriscos (musulmanes bautizados tras la conversión forzosa).
El mismo año, Cristóbal Colón llegó a América, dando inicio al Imperio español.
Boabdil, el último sultán nazarí de Granada, pronunció la famosa frase: