Historia de la Prehistoria en la Península Ibérica
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INTRODUCCIÓN
La comprensión de los procesos históricos requiere el conocimiento de los pueblos y las culturas. A continuación, se presenta un breve recorrido por nuestras raíces históricas: la Prehistoria, la llegada de pueblos colonizadores, la conquista romana y la época visigoda. Estos diferentes periodos son una síntesis de las culturas de nuestro pasado.
I. LA PREHISTORIA
En la Península Ibérica, la aparición de los primeros homínidos se remonta a hace unos 800,000 años en la Sierra de Atapuerca (Burgos). La evolución del Paleolítico al Neolítico incluye la pintura cantábrica y la levantina. Las sociedades evolucionaron de cazadoras y recolectoras (Paleolítico) a productoras de metales (Edad de los Metales).
1.1. De Atapuerca al Homo Sapiens
El yacimiento de la Gran Dolina, en Atapuerca, contiene 86 fósiles. Los arqueólogos llegaron a la conclusión de que se trataba de una nueva especie, el Homo antecessor (“explorador”), común tanto al Homo sapiens como al Homo heidelbergensis y a su descendiente, el Homo neanderthalensis. El Homo antecessor era muy parecido al Homo sapiens, con una capacidad craneal de 1000 cm³. Por otro lado, el Homo neanderthalensis tenía una capacidad craneal de 1500 cm³. El Homo sapiens llegó a Europa.
1.2. Los grupos de cazadores-recolectores
Los primeros pobladores eran depredadores, es decir, no producían alimentos. Practicaban el nomadismo y su organización social se daba en pequeños grupos.
1.3. El arte rupestre
La escuela naturalista franco-cantábrica (Paleolítico Superior) y la escuela esquemática levantina son representativas de esta época. En la zona cantábrica destacan las cuevas de El Castillo y Las Monedas. Se trata de un arte figurativo que representa animales (bisontes, ciervos) con técnica naturalista (copiar la realidad). Las figuras son superpuestas y no forman escenas, presentando efectos de volumen y movimiento, así como el uso del color y el aprovechamiento de los salientes de las rocas.
En la zona levantina, se encuentran El Cogul y Albarracín, donde se representan escenas de carácter narrativo (cacerías, danzas rituales) con una proliferación de figuras humanas. Utilizan colores planos (rojo y negro) y formas que tienden a la esquematización. Las creencias mágicas se manifiestan en ceremonias propiciatorias de la caza o de la fecundidad, conocidas como magia simpática.
Del Neolítico a la Edad de los Metales
Hacia el 5000 a.C., surgieron en la Península Ibérica las primeras comunidades neolíticas procedentes del Próximo Oriente. Iniciaron la producción de alimentos (agricultura y ganadería) y la elaboración de cerámica y tejidos, lo que propició el sedentarismo y la formación de los primeros poblados. Destacamos dos fases dentro del Neolítico: el Neolítico inicial y el Neolítico pleno.