Historia de la Reconquista: Reinos Cristianos, Sociedad y Repoblación en la España Medieval
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Los Reinos Cristianos y la Reconquista en la Península Ibérica
Orígenes y Consolidación (Siglos VIII-X)
El Reino Astur se sitúa como el punto de inicio de la resistencia cristiana con la Batalla de Covadonga (722), liderada por Pelayo. Durante el reinado de Alfonso II, la corte se trasladó a Oviedo. En el siglo X, la capital del reino astur se movió a León, y el reino pasó a denominarse Astur-leonés.
Paralelamente, en el año 830, Íñigo Arista se proclamó rey de Pamplona, dando origen al Reino de Navarra. Los navarros lograron derrotar a los musulmanes en la Batalla de Albelda. En esta misma época, se fundaron los Condados de Sobrarbe y Ribagorza, así como el Condado de Aragón. A mediados del siglo X, el proceso de expansión inicial se detuvo temporalmente.
La Gran Expansión Territorial (Siglos XI-XIII)
La primera mitad del siglo XI experimentó pocos avances territoriales significativos. Sin embargo, desde mediados del siglo XI hasta mediados del XII, se inició la verdadera fase de la Reconquista, caracterizada por un gran avance sobre los valles del Tajo y del Ebro. Un hito crucial fue la victoria cristiana en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) contra los almohades.
El siglo XIII marcó la culminación práctica de la Reconquista. Jaime I conquistó Mallorca y Valencia, mientras que Murcia pasó a la órbita de Castilla. Fernando III, por su parte, conquistó Extremadura y obtuvo las capitulaciones de importantes ciudades como Córdoba, Jaén y Sevilla. Tras estos avances, el territorio musulmán quedó reducido al Reino Nazarí de Granada.
Fase Final y Conclusión (Siglos XIV-XV)
Los siglos XIV y XV fueron una época de crisis y calamidades, lo que frenó el ritmo de la Reconquista. Portugal y Aragón ya habían finalizado su expansión territorial. En esta etapa, se recuperaron ciudades clave como Málaga y Almería. Finalmente, en 1492, Boabdil, el último rey nazarí, rindió Granada a los Reyes Católicos, marcando el fin de la Reconquista.
La Repoblación de los Territorios Conquistados
La repoblación fue el proceso de ocupación, reparto y organización de la explotación económica y social que tuvo lugar en las regiones arrebatadas a los musulmanes tras la Reconquista. Este proceso adoptó diversas formas a lo largo del tiempo y el territorio:
- Repoblación por Presura (Siglos IX-XI): Hasta el siglo XI, el reino astur-leonés llevó a cabo la repoblación del valle del Duero. En la parte occidental, las tierras se entregaban a los nobles, implantándose un sistema feudal. En la parte oriental, conocida como Castilla por sus fortificaciones, la repoblación se realizó mediante el sistema de presura. Por este método, hombres libres tomaban las tierras, las cultivaban y las defendían, accediendo así a su propiedad. En la Cataluña Vieja, este sistema recibió el nombre de aprissio. Sin embargo, con el tiempo, la nobleza fue obligando a los campesinos a cederles sus tierras.
- Repoblación Concejil (A partir del Siglo XI): Otro modelo de repoblación, practicado a partir del siglo XI, fue la fundación de concejos. Se impulsaba la concentración de la población en ciudades bien defendidas, a las que se entregaba un territorio extenso, el alfoz, y una serie de privilegios para incentivar la llegada de repobladores. Estas ventajas se recogían en un documento otorgado por el rey, conocido como Fuero.
- Repoblación por Repartimientos (Siglo XIII): La repoblación del siglo XIII se realizó principalmente mediante repartimientos. El rey concedía a sus colaboradores territorios: donadíos para la alta aristocracia y heredamientos, de menores dimensiones, para la baja nobleza y caballeros. Los campesinos de las milicias concejiles también recibían pequeñas parcelas, mientras que las Órdenes Militares obtenían extensos territorios, especialmente en las zonas de frontera.
La Sociedad Medieval en los Reinos Cristianos
Estructura Feudal y Estamental
La sociedad medieval experimentó un proceso de feudalización. Un señor concedía a un vasallo un feudo, y a cambio, el vasallo juraba fidelidad y se comprometía a prestarle ayuda militar y consejo. Con el tiempo, el feudo pasó a denominarse señorío. Los campesinos libres también cedían la propiedad de sus tierras a los señores a cambio de protección, un sistema conocido como encomienda.
La sociedad se estructuraba en tres estamentos:
- Nobleza: Desde la alta aristocracia hasta la baja nobleza. Eran un grupo privilegiado, exento de impuestos y con leyes y tribunales especiales.
- Clero: También dividido en alto clero (obispos, abades) y bajo clero (curas, monjes). Gozaban de privilegios similares a la nobleza.
- Estado Llano: Constituía la mayoría de la población. Dentro de este estamento existían grandes diferencias. Los campesinos representaban entre el 80% y el 90% de la población. A partir del resurgimiento de las ciudades en el siglo XIII, apareció la burguesía urbana, dedicada a la artesanía y el comercio, que fue ganando importancia económica.
Minorías Religiosas
En los territorios cristianos convivían importantes minorías religiosas:
- Mudéjares: Musulmanes que vivían en territorio cristiano. Eran muy abundantes al sur del Tajo y en los reinos de Valencia y Murcia. Se dedicaban principalmente al trabajo en el campo y en las ciudades vivían en barrios específicos llamados morerías.
- Judíos: Residían principalmente en las ciudades, en barrios conocidos como juderías. Se dedicaban a la artesanía, el comercio, y desempeñaban funciones de médicos y banqueros. Su enriquecimiento a menudo suscitaba envidia y hostilidad popular, lo que llevó a un aumento de la persecución hacia ellos.