Historia de Roma: Desde los Galos hasta la Guerra Púnica
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Quinto Quincio y la Batalla del Anio
Quinto Quincio fue enviado como dictador contra los galos que habían llegado a Italia. Estos acamparon a cuatro millas de la ciudad, al otro lado del río Anio. Allí, Lucio Manlio mató a un galo que lo provocó, le arrebató su collar de oro y, tras ponérselo, ganó para sí y sus descendientes el apodo de Torcuato.
Valerio Corvino y el Cuervo
Un galo retó a un romano. Mientras el romano avanzaba armado, un cuervo se posó sobre su brazo derecho. Entablada la lucha, el cuervo hirió con sus alas y uñas los ojos del galo, quien, incapaz de ver, fue asesinado por el tribuno Valerio. El cuervo no solo le dio la victoria, sino también el nombre, pues desde entonces fue llamado Corvino.
La Guerra contra Tarento y la Llegada de Pirro
Se declaró la guerra a los tarentinos, en el extremo de Italia, por una ofensa cometida contra los legados romanos. Para obtener ayuda, los tarentinos llamaron a Pirro, rey del Epiro, descendiente de Aquiles. Pirro llegó a Italia y, por primera vez, los romanos combatieron contra un enemigo extranjero. En la batalla, Pirro, a punto de huir, venció gracias a los elefantes, animales desconocidos y temidos por los romanos. La noche detuvo el combate. Laevino escapó, pero Pirro capturó a 1800 romanos, a quienes trató con sumo honor, y sepultó a los muertos.
Pirro en Campania
Pirro avanzó hacia Roma, devastando y saqueando la Campania, llegando hasta Preneste, a 18 millas de la ciudad. El ejército romano, con el cónsul al frente, se retiró a Campania. Los legados enviados a Pirro para rescatar a los prisioneros fueron recibidos con honores, y Pirro los envió a Roma sin rescate.
La Derrota de Pirro
Los cónsules Curio y Cornelio fueron enviados contra Pirro. Curio luchó contra él, exterminó a su ejército, lo hizo huir hacia Tarento y tomó su campamento. Ese día murieron 23 mil enemigos. Curio triunfó y fue el primero en llevar cuatro elefantes a Roma. Pirro se retiró de Tarento y fue asesinado cerca de Argos.
Desastre Naval y Retirada Romana
Los cónsules marcharon a África con 160 naves y tomaron algunas ciudades. De regreso, con un enorme botín, sufrieron un naufragio. Debido a las continuas calamidades, el senado decidió retirarse de las batallas navales y conservar solo 60 naves para la defensa de Italia.
Mételo en Sicilia
Mételo derrotó en Sicilia al general africano, que venía con 130 elefantes y numerosas tropas. Cayeron veinte mil enemigos y capturó 26 elefantes. Reunió al resto, que vagaban por el territorio númida, y los condujo a Roma con gran pompa. Tras estas calamidades, los cartagineses pidieron a su prisionero, el general Régulo, que marchara a Roma para negociar la paz y un intercambio de prisioneros.
La Batalla Naval de Catulo
Siendo cónsules Lucio Lutacio y Aulo Postumio Albino, en el vigésimo tercer año de la Guerra Púnica, se encomendó a Catulo la guerra contra los africanos. Marchó a Sicilia con 300 naves; los africanos prepararon 400. Nunca se había luchado en el mar con tantas tropas. Catulo, herido en un combate anterior, subió enfermo a la nave.
Fin de la Guerra Púnica y Visita Real
Tras 23 años de guerra, los romanos, con gran reputación, enviaron legados a Ptolomeo, rey de Egipto, prometiéndole ayuda contra Antíoco, rey de Siria, quien le había declarado la guerra. Ptolomeo agradeció la oferta, pero no la aceptó. El poderoso rey de Sicilia visitó Roma para los juegos y regaló doscientos mil modios de trigo.
Aníbal Cruza los Alpes
Scipión marchó con su ejército a Hispania y Tito a Sicilia. Se declaró la guerra a los cartagineses. Aníbal, dejando a su hermano Asdrúbal en Hispania, cruzó los Alpes, hasta entonces inaccesibles por esa ruta. Se dice que llevó 80 mil soldados de infantería, 10 mil jinetes y 37 elefantes.