Historia de Roma: Orígenes, Monarquía, Guerras Púnicas y el Imperio
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Orígenes de Roma: De Eneas a la Fundación
Tras la caída de Troya, Eneas, caudillo troyano hijo de Anquises y de Venus, huyó de allí junto con su anciano padre y su hijo Ascanio o Julo. Su madre le dijo que le esperaba un nuevo destino. Tras una accidentada navegación, llegó a las costas de Italia, al Lacio, cerca de la desembocadura del río Tíber. Allí se casó con la hija del rey y años más tarde su hijo Julo fundó la ciudad de Alba Longa.
La Leyenda de Rómulo y Remo
Pasaron bastantes años y diferentes generaciones de reyes hasta que el trono fue ocupado por Numitor. Su hermano Amulio lo destronó y obligó a la hija de Numitor, Rea Silvia, a convertirse en virgen Vestal para que no tuviera descendencia, pues las Vestales mantenían un voto de castidad.
Al cabo de unos años, Rómulo y Remo regresaron a Alba Longa, destronaron a Amulio y restituyeron en el trono a su abuelo Numitor.
La Fundación de Roma
Rómulo y Remo decidieron fundar una ciudad donde fueron abandonados, salvados y criados. Gentes de Alba Longa y de otros lugares del Lacio secundaron sus deseos y se unieron a sus fuerzas. El carácter de los muchachos hacía presumir que la ciudad sería ambiciosa y enérgica, lo que animó a que se unieran a ellos muchos aventureros.
A la hora de tomar los auspicios para dirimir cuál de los dos fundadores daría su nombre a la ciudad, Remo fue el primero en recibir la señal con la aparición de seis buitres; después le llegó a Rómulo su señal con ventaja en el número: doce buitres.
Llevado por el despecho, Remo se burló del surco que había trazado Rómulo alrededor del monte Palatino, y Rómulo lo mató porque había prometido matar a aquel que lo cruzara, y dio nombre a la ciudad recién fundada: Roma.
La Monarquía Romana
Con Rómulo empezó la época monárquica de Roma, que abarca desde el año de su fundación hasta la caída del último rey. Este último rey optó por gobernar de forma tiránica y se granjeó la antipatía del pueblo.
Las Guerras Púnicas y la Expansión Romana
Primera Guerra Púnica
La Primera Guerra Púnica se saldó con la liberación de Sicilia de los cartagineses y su anexión por parte de Roma. Sicilia se convertiría en la primera provincia de Roma. La paz duró poco.
Segunda Guerra Púnica
En el año 218 a.C., Aníbal provocó el estallido de la Segunda Guerra Púnica. Aníbal se lanzó a la conquista de Sagunto, en Hispania, y cruzó los Alpes, camino de Italia, donde venció a los romanos en una serie de batallas. Durante la primera mitad del siglo II a.C., al mismo tiempo que se dedicaba concienzudamente a pacificar sin demasiados escrúpulos el interior de la península ibérica, venciendo la resistencia de celtíberos y lusitanos, Roma inició su expansión hacia oriente. Primero Macedonia y luego Grecia entera.
Tercera Guerra Púnica y Transición a la República
La Tercera Guerra Púnica concluyó en el año 146 a.C. Tras Sila, la situación continuó siendo inestable. Entonces aparecieron en el panorama político Pompeyo y Julio César, que establecieron un nuevo sistema, el poder compartido entre tres personas, un triunvirato, como fórmula de equilibrio para restablecer el orden. A ellos se unió Craso, un hombre de recursos económicos e ideas moderadas. Tras la muerte de Craso, el experimento fracasó y César y Pompeyo se enfrentaron en una sangrienta guerra civil que terminó con la derrota del segundo en la batalla de Farsalia, en Grecia.
Ya solo, Julio César adoptó medidas de gran calado como la distribución de tierras, repartos gratuitos de grano, etc. Esto hizo que cada vez fuera acumulando más poder personal.
El Imperio Romano
El Principado (Alto Imperio)
El Principado abarcó hasta finales del siglo III d. C. Esta época se denomina Principado porque el título de los emperadores era el de «príncipes». También se la conoce como Alto Imperio.
El Dominado (Bajo Imperio)
A partir de mediados del siglo III comenzó la caída de este gran imperio a causa de la crisis económica, la anarquía militar, la presión de los pueblos bárbaros... Comienza el Bajo Imperio o Dominado, que se extendió desde el 284 al 476 d. C.