Historia Romana: De César a Claudio
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Las Guerras de César
Las dificultades en Hispania
15 Ocurre también un problema repentino. En efecto, se produce una tormenta tan grande que constaba que nunca había habido mayores aguas en aquellos lugares. Entonces, además, derritió las nieves de todas las montañas y superó las elevadas orillas del río y cortó en un solo día ambos puentes que había construido Gayo Fabio. Este asunto trajo grandes dificultades al ejército de César.
16 Entre tanto, los oscenses y los calagurritanos, que eran tributarios de los oscenses, le envían legados y prometen que ellos harán las cosas ordenadas. A estos les siguen los tarraconenses, los jacetanos y los ausetanos y, después de pocos días, los ilurgavonenses, que se extienden hasta el río Ebro. Pide de todos estos que lo ayuden con trigo.
El Ascenso de Augusto
17 Desde ese momento, César, apaciguadas las guerras civiles por todo el mundo, regresó a Roma. Comenzó a comportarse muy insolentemente y contra la costumbre de la libertad romana. Al hacer cosas casi propias de un tirano, se hizo una conjura contra él por sesenta o más senadores y caballeros romanos. Así que César, al haber llegado a la Curia un día, un día de senado entre los demás, fue asesinado con veintitrés puñaladas.
18 Antonio, rechazada la hermana de Octaviano, se casó con Cleopatra, reina de Egipto. Fue vencido por Augusto en una batalla naval, famosa e importante, junto a Accio, lugar que está en el Épiro. Por ello, huyó a Egipto y, estando la situación desesperada, al pasarse todos al bando de Augusto, él se suicidó personalmente. Cleopatra soltó un áspid hacia sí misma y fue matada por su veneno.
19 Los escitas y los indios, para quienes antes el nombre de los romanos había sido desconocido, le enviaron regalos y legados. Fue de un amor tan grande también hacia los bárbaros que los reyes, amigos del pueblo romano, fundaron ciudades en su honor a las que llamaron Cesarías, como en Mauritania y en Palestina por el rey Juba.
Los Sucesores de Augusto
Tiberio
20 Tiberio gestionó el poder con gran cobardía, con una dura crueldad, con malvada avaricia y con indecente deseo. Pues nunca luchó él personalmente, sino que gestionó las guerras por medio de sus legados. Este murió en Campania al vigésimo tercer año de gobierno a los setenta y ocho años de edad, con gran alegría de todos.
Calígula
21 Lo sucedió Calígula, muy cruel y siniestro, y que incluso perdonó las deshonras de Tiberio. Asumió la guerra contra los germanos y, tras entrar en Suevia, no hizo nada valientemente. Cometió incestos con sus hermanas, de una incluso reconoció una hija. Al comportarse de manera cruel contra todos, con gran avaricia, deseo y crueldad, fue asesinado en el Palatino a los 29 años de edad.
Claudio
22 Después de este, estuvo Claudio, tío de Calígula. Este gobernó entre dos extremos, gestionando muchas cosas sosegada y moderadamente y ciertas cosas cruel y mediocremente. Llevó la guerra a Britania, que ninguno de los romanos después de César había alcanzado, y sometida esta por Neo Censo y Antonio Plaucio, hombres ilustres y nobles, obtuvo un célebre triunfo.