Historia del Teatro Clásico Español: Corrales, Compañías y Autos Sacramentales

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Los Corrales de Comedias

El crecimiento de las ciudades en las últimas décadas del siglo XVI propició la aparición de lugares de representación fijos. Se trata de los corrales de comedias, patios de vecindad habilitados al efecto. Los corrales de comedias son muy variados y en ellos se produce una sorprendente convivencia directa entre público y actores.

La temporada teatral se desarrollaba desde Pascua hasta Carnaval del año siguiente. Las representaciones tenían lugar por las tardes, para aprovechar la luz del día; eran muy largas y prácticamente sin interrupción, pues en los intermedios se ofrecían entremeses y bailes con el objeto de entretener a los espectadores y mantener viva su atención. El público era ruidoso y molesto.

Las Agrupaciones Teatrales

Las más importantes eran las compañías, que podían tener hasta veinte componentes. Las compañías eran de dos tipos:

  • Compañías de título o compañías reales: Actuaban en las grandes ciudades y tenían el privilegio de representar ante el rey.
  • Cómicos de la legua: Grupos de actores que solo tenían autorización para representar a más de una legua de las grandes ciudades, que eran los dominios de las compañías reales.

El Teatro Cortesano

Conforme avanza el siglo XVII, tiene cada vez más importancia el teatro cortesano, que se representaba en los palacios de los nobles o en el del rey. Este teatro es más complicado escenográfica y formalmente que el de los corrales. A veces el texto literario tenía un carácter secundario en beneficio del puro espectáculo, en el que era ingrediente fundamental la música. Las representaciones estaban hechas por actores profesionales, aunque, en ocasiones, intervenían los nobles e incluso el propio monarca.

El Auto Sacramental

El auto sacramental es una obra en un acto, con personajes alegóricos, que desarrolla un tema religioso con intención didáctica y que concluye con la exaltación de la Eucaristía. Tenía su origen en el teatro religioso medieval y su precedente inmediato en las farsas y otras piezas sacramentales y alegóricas del siglo XVI.

Se representaban en plazas públicas con ocasión de la fiesta del Corpus, la asistencia era libre y el montaje estaba costeado por los ayuntamientos. Los autos sacramentales tenían una gran importancia para toda la organización teatral de la época, porque proporcionaban un gran prestigio a las compañías elegidas cada año para su representación.

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