Historiadores Griegos Clásicos: Heródoto, Tucídides y Jenofonte
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Historiografía
El uso de la prosa como instrumento literario es en general posterior al uso del verso y, si exceptuamos los primeros códigos o leyes, la aparición de la prosa en Grecia se destina a objetos científicos y no es anterior al siglo VI a.C. De esta prosa sólo nos quedan sentencias sueltas y pocas de interés literario.
La aparición de la prosa requiere de la existencia de una escritura relativamente extendida, de un público de lectores y de materiales escritorios. En Grecia, su aparición es tardía.
4.1 Heródoto
Nació en torno al 490 a.C. en Halicarnaso. Formó parte de la expedición que desde Atenas se dirigió a fundar la colonia de Turios, en la Magna Grecia, de donde se hizo ciudadano. Murió alrededor del 420 a.C. Supone un paso más en ese mundo de la logografía. El llamado "padre de la historia" es legítimo heredero de esta tradición científica.
Heródoto se sirvió para sus relatos de una doble documentación: una indirecta, leyendo u oyendo testimonios, y otra directa, viajando. Se sirvió, por un lado, de esos relatos de los logógrafos y, por otro, de la epopeya y la lírica.
4.2 Tucídides
Según nos dice él mismo, nació hacia el 460 en Atenas. Pertenecía a la aristocracia ateniense, no es un historiador improvisado, sino que por tradición familiar estaba muy versado en la vida pública.
Aunque no fue así estructurada por el autor, sus Historias aparecen divididas en ocho libros. Comienza con la afirmación de que la guerra entre Atenas y Esparta acarreó al mundo griego, e incluso a la mayor parte de la humanidad, una calamidad que sobrepasó con mucho a todas las anteriores. El primer libro es un intento de exposición de la historia griega desde sus más remotos orígenes hasta el presente. A partir de aquí, la mayor parte de los libros abarca tres años de la guerra. El quinto y el octavo muestran huellas de no estar acabados.
4.3 Jenofonte
A pesar de que ha llegado a nosotros como historiador, algunos autores antiguos lo incluyeron en el número de los filósofos. Y es que fue muy polifacético: escribió tratados históricos, filosóficos y didácticos. Nace Jenofonte en Atenas, en el demo de Erquia hacia el 430, de padres acomodados. En el 401 se alistó como mercenario en la expedición que llevó a cabo Ciro el Joven, que aspiraba a derrocar del trono a su hermano Artajerjes II, rey de Persia. La batalla de Cunaxa en la que, a pesar de su desenlace victorioso, perdió la vida Ciro el Joven, le dio ocasión de escribir su obra más perdurable, la Anábasis. En el período de su formación, estuvo bajo la tutela de Sócrates, quien le marcaría profundamente, en memoria del cual escribió varias obras (Memorables, Apología de Sócrates, Banquete).