Historiografía Latina: Un Recorrido por los Grandes Historiadores Romanos
Clasificado en Latín
Escrito el en español con un tamaño de 3,65 KB
Historiografía Latina
Los Analistas y los Primeros Historiadores
Desde finales del siglo III a.C. hasta el fin de la República, Roma contó con una gran cantidad de historiadores. Los primeros, conocidos como Analistas, basaron sus relatos en obras de autores romanos y griegos, así como en documentos públicos y privados, tanto religiosos como políticos. Los analistas, con el objetivo de glorificar a Roma, crearon una historia a su medida, incluso falsificando documentos. Sus primeras obras fueron escritas en griego.
Los Cuatro Grandes Historiadores Latinos
1. Julio César (Siglo I a.C.)
César, figura política y militar de gran relevancia, formó parte del primer triunvirato junto a Pompeyo y Craso. Como procónsul de las Galias, conquistó este territorio y lo convirtió en provincia romana. En su obra Commentarii de bello Gallico, narra la conquista de la Galia en tercera persona, con un tono objetivo e imparcial. Para sus contemporáneos, César era un líder que había publicado su diario de campaña, describiendo las costumbres e instituciones de los pueblos con los que interactuó. Tras vencer a Pompeyo y convertirse en gobernante absoluto de Roma, comenzó a escribir Commentarii de bello civili, donde relata la Guerra Civil. Su estilo se caracteriza por su sencillez, transparencia, claridad de pensamiento y pureza lingüística.
2. Salustio (Contemporáneo de César)
Salustio es considerado el verdadero creador de la Historia como género literario en Roma, similar a lo que Herodoto hizo para la literatura griega. Intentó dar a la Historia un matiz filosófico, explicando las causas, consecuencias y la lógica de los hechos narrados. Sus obras principales son: Conjuración de Catilina, La guerra de Jugurta e Historias. Salustio admira la magna vis animi, la gran energía, de personajes como Catilina o Jugarta, pero al mismo tiempo condena su depravación moral. Profundiza en el análisis psicológico de individuos y grupos sociales, y observa con atención los ambientes sociales, los partidos políticos y los conflictos de clase. Sus críticas abarcan todas las lacras sociales.
3. Tito Livio (Siglo I a.C. - Siglo I d.C.)
El proyecto inicial de su obra Historia romana era narrar año por año la historia interna y externa de Roma, desde su fundación hasta la muerte de Augusto. Su espíritu crítico se desarrolló a medida que avanzaba en la obra. Si bien era consciente de que los autores de épocas anteriores habían falseado la Historia, aceptaba la tradición e intentaba hacerla verosímil, pasándola por el tamiz de la razón y eliminando las contradicciones más evidentes. La idea central es que Roma debe justificar con sus virtudes la gloria de su destino presente y futuro. Su finalidad es moralista.
4. Tácito
El destino ha querido que Tito Livio conserve su relato de los tiempos gloriosos de Roma, mientras que de Tácito solo nos queda el de las épocas vergonzosas y sangrientas. En su tiempo, Tácito disponía de mucha información sobre los temas que elegía, por lo que su misión era cribar, clasificar y juzgar esta información. Su mérito radica en haber utilizado los datos con gran imparcialidad y sinceridad.
Historiografía Posterior a Tácito
En la época posterior a Tácito, aunque no hubo un florecimiento político, la literatura se nutrió de la erudición y la imitación de los antiguos. Entre los autores posteriores destacan Suetonio, autor de De vita Caesarum, y Amián Marcelino, autor de Historias, que intenta imitar a Tácito.