La Historiografía Romana: Orígenes, Rasgos Clave y Legado Cultural

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La historia es el género narrativo por excelencia de la literatura romana, un género literario en prosa que tiene como objeto los sucesos acaecidos a un determinado pueblo, el estudio y la narración de los hechos del pasado. Es, de hecho, el género en prosa más importante de la literatura romana por el número, la cantidad y la variedad de autores y obras.

El término griego historia (ἱστορία) significa, originariamente, “investigación de hechos reales”. Para los romanos, al igual que para los griegos, la Historia era materia literaria: las leyendas y sucesos recibían un tratamiento que, pretendiendo reflejar la verdad histórica de los mismos, fuese a un tiempo un asunto artístico fuertemente influenciado por la retórica.

El hecho determinante para la adopción de este género por los romanos fue el contacto con la elevada cultura griega, propiciado por las conquistas y victorias militares de los siglos III-II a.C. La historiografía romana nace, por tanto, a finales del siglo III a.C., durante la Segunda Guerra Púnica (218-202 a.C.), momento en que los romanos deciden escribir los hechos históricos como propaganda política y como afirmación nacional frente a Cartago.

Rasgos Fundamentales de la Historiografía Romana

Cuatro son los rasgos fundamentales y definitorios de la historiografía romana:

  • Carácter Patriótico

    El alto grado de patriotismo de la mayoría de los historiadores les impidió conseguir la imparcialidad necesaria para ceñirse a la realidad de los hechos. Asimismo, este nacionalismo romano confirió a la historia una finalidad práctica.

  • Intencionalidad Moral

    Otro de los rasgos fundamentales de la historiografía romana es su carácter moralizante. Los romanos encontraron en la Historia el medio adecuado para transmitir y perpetuar los mores maiorum, las costumbres heredadas de los antepasados. La función moralizante está plasmada en el dicho: “Historia est magistra vitae” (Cicerón, De oratore, libro 2, 36).

  • Compromiso Político

    Relacionado con la intencionalidad moral, no hay que olvidar el compromiso político adquirido por muchos de los autores de obras históricas, a menudo parcial o incluso partidista en sus relatos.

  • Retoricismo Formal

    Por último, hay que tener en cuenta también el componente retórico presente siempre en los relatos históricos, especialmente en los discursos incorporados a la narrativa.

Propósito y Legado

En resumen, la historiografía latina fue menos rigurosa que la griega y de intención más moralizante, con un marcado retoricismo formal e impregnada, a veces, de un fuerte compromiso político. El romano no transmitía objetivamente los hechos antiguos, sino que los juzgaba y los describía desde su propio punto de vista.

Los romanos utilizaron la historia como un instrumento político con diversos fines:

  • Para justificar su supremacía sobre otros pueblos (como Tito Livio).
  • Para destacar el protagonismo de las familias dominantes (caso de los primeros historiadores, los analistas).
  • Para criticar a la nobleza romana (como Salustio).
  • Para defender la propia actuación política (como César).
  • Para criticar un régimen político (como Tácito).

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