Horacio: Vida, Obra y la Influencia del Mecenazgo Augusteo

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Orígenes y Formación de Horacio

Horacio, a diferencia de Ovidio, tenía un origen muy humilde, pues era hijo de un antiguo esclavo. Su padre, quien tenía un negocio de subastas, ahorró diligentemente y le proporcionó una educación de calidad. Gracias a este esfuerzo, Horacio pudo disfrutar de una formación culta. En Roma estudió con los mejores profesores y posteriormente viajó a Grecia para completar su instrucción en gramática, retórica y otras disciplinas básicas, esenciales para dedicarse al arte literario.

Tras una guerra, sus bienes ahorrados fueron confiscados, viéndose obligado a trabajar como copista. A partir de los años 30 a. C., comenzó a realizar sus primeros escritos literarios.

Ascenso y Mecenazgo Augusteo

La calidad de su obra atrajo la atención de un mecenas cercano a Augusto. En este círculo de protectores ya se encontraba Virgilio. Horacio fue apadrinado e integrado en el círculo, logrando ser íntimo del emperador Augusto, quien lo recompensó con diversos obsequios materiales. Gracias a este apoyo, pudo dedicarse enteramente a la literatura y terminó sus días en una finca que le fue regalada por el propio Augusto.

Es notable cómo, en el contexto de la época, Ovidio experimentó un declive en su posición social y política, mientras que Horacio ascendía gracias al favor imperial.

La Obra de Horacio: Lírica y No Lírica

La producción literaria de Horacio se clasifica en obra lírica, obra en verso no lírico y obra en prosa.

Clasificación General de las Obras

Como obra lírica principal, destacan las Odas (*Carmina*). Estas composiciones, que han influenciado a poetas posteriores como John Keats, se dividen entre aquellas de carácter más personal y otras dedicadas a alabar y legitimar el régimen de Augusto.

Obras en Verso No Lírico

Las obras en verso no lírico incluyen:

  • Épodos (*Iambi*): Composiciones de tono más agresivo y satírico.
  • Sátiras (*Sermones*): Escritas en verso con una intención crítica, siguiendo la línea de sus epigramas satíricos. Aunque el lenguaje no llega a ser vulgar, Horacio mantiene su característica elegancia.

El Tópico del *Beatus Ille* en las Sátiras

En sus Sátiras, Horacio desarrolla el tópico del Beatus Ille (Feliz aquel), que exalta la vida en el campo y el mito de la Edad de Oro. Este tópico presenta la vida rural como un retiro espiritual, donde los hombres son felices con su trabajo y viven con lo justo y necesario.

Horacio utiliza la ironía al aplicar este tópico a un personaje obsesionado con el dinero. Es irónico que una persona con tales intereses quiera de repente retirarse al campo, solo para terminar regresando a su estado anterior. Ahí reside la sátira: en la demostración de que el ideal del Beatus Ille no funciona universalmente, sino solo para determinadas personas. Este concepto fue fundamental para el desarrollo de la literatura pastoril, cuya importancia resurgiría notablemente durante el Renacimiento. Las Sátiras, en general, contienen parodia y crítica a diversas costumbres sociales.

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