Identidad, Poder y Estructura Política: La Intersección de Etnia, Estado y Nación
Clasificado en Ciencias sociales
Escrito el en
español con un tamaño de 4,98 KB
La Relación Fundamental entre Etnia, Estado y Nación
La relación entre Etnia, Estado y Nación plantea la forma de definir una Nación, especialmente si dentro de un mismo territorio existen grandes divergencias. Una de las divergencias, y tal vez la más significativa, es la de tipo étnico. Existen propuestas que pueden estar encaminadas a la integración de estos grupos, a su desaparición o a respetar sus propias formas y autonomía, a la vez que ser parte de esa Nación.
El Estado, cuya estructura y forma debe corresponderse a los ideales de una sola Nación, construye sus instituciones, relaciones y acuerdos con base en esas ideas fundamentales.
Definiciones Clave: Etnia y Grupo Étnico
Etnia: Grupos que están unidos e identificados por lazos y características tanto de raza como de nacionalidad, es decir, lazos raciales y culturales. Generalmente, son el resultado de la evolución humana en condiciones de aislamiento.
Los grupos étnicos son organizaciones sociales creadas históricamente, llevando paralelamente procesos orgánicos y socioculturales dentro de diversos modelos de reproducción.
Distinción entre Grupo Étnico y Etnia
Una diferencia que está presente en diversas discusiones en las Ciencias Sociales es la referente al concepto de grupo étnico y etnia. La Etnia es una categoría más externa al propio grupo y definida por agentes que pueden tener o no relación con una realidad autoorganizada.
Otra forma importante y común de relacionar lo étnico es con la Nación, en tanto esta sea definida en términos de identidad, mito, memoria y destino.
El Estado, la Clase y la Praxis Social
Aunque el Estado es un instrumento de clase, no se reduce a ello. Está sometido a cambios en su naturaleza según las pugnas de las diferentes fuerzas sociales y la solución que se dé a estas.
Praxis Social y Conceptualización del Estado
Nuestra propuesta implica un alejamiento de la conceptualización teórica del Estado, altamente formalizada, para dirigir el enfoque hacia la dinámica que resulta de la relación entre fuerzas sociales. En esa medida, nos alejamos de un Estado entendido como una estructura establecida que las clases tratan de disputarse.
Zemelman (1979, p. 1046) señala que: "El concepto de voluntad política se puede, en suma, definir como el complejo de modalidades que revierte la organización de la sociedad resultante de la acción e interacción de todas sus clases sociales."
La Dominación según Weber
La dominación, en un sentido restringido, Weber la define como:
"Un estado de cosas por la cual una voluntad manifiesta (mandato) del "dominador" o de los "dominadores" influye sobre los actos de otros (del dominado o de los dominados), de tal suerte que en un grado socialmente relevante estos actos tienen lugar como si los dominados hubieran adoptado por sí mismos y como máxima de su obrar el contenido del mandato (obediencia)."
La Cuestión Indígena y el Estado Pluricultural
Nueva Relación: Estado y Pueblos Indios
El problema indígena está en relación con el conflicto que se teje alrededor de la aparición del Estado a mediados del siglo XIX, el cual se dio bajo una sola idea étnica. En este contexto, los demás grupos sociales, clases y etnias, se tuvieron que sumar e integrar a dicho dominio e idea para construir lo social y político en ese momento.
Las comunidades indígenas han transformado su estructura social interna con base en una resistencia permanente y fundada históricamente.
El Papel Histórico de las Comunidades Indígenas
Desde la época de la Colonia, las comunidades indígenas han tenido un papel importante como fuente de alimentos y mano de obra barata, bajo condiciones políticas y económicas de coloniaje. Esta relación ha promovido igualmente su resistencia o su propia existencia, ya que se ha visto que aquellas comunidades que se aislaron totalmente de este tipo de relaciones, finalmente sucumben.
El Desafío del Estado Pluricultural y Multiétnico en México
México, como Estado-Nación federada, está reconocido desde la Constitución de Apatzingán de 1824, aunque jamás fue instrumentada. Por ello, la federalización fue parcialmente aplicada y siempre postergada. Esta vuelve a ser tema importante en el período revolucionario, y fue reformada en la Constitución de 1917, para ser finalmente sometida a las fuerzas sociales y a la formación de un poder presidencial centralista.
Esta forma del poder se dividió hacia otros espacios sociales que fueron sometidos o abandonados como institución, como es el caso del municipio, la planeación, la definición de recursos, su estructura de acceso y organización regional. Es decir, hasta el momento no tenemos experiencias significativas y profundas de la federalización y descentralización.