La Ilustración según Kant: Autonomía, Pereza y Tutores

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1. Definición de Ilustración según Kant.

Ser ilustrado significa poder realizar un uso autónomo de la razón sin la ayuda de alguien.

¿Cuáles son las causas de la minoría de edad?

Kant atribuye la causa de la minoría de edad a la "pereza" y a la cobardía de los individuos. Por un lado, el dogmatismo acrítico resulta cómodo, pues nos permite no cuestionar nada del mundo que nos rodea. Podemos, por ejemplo, vivir eternamente hipnotizados por el televisor. Por otro lado, renunciar a los prejuicios y consignas heredadas es una tarea que requiere cierto valor. Es natural que el vacío de la libertad inspire un cierto temor. Por pereza, preferimos que un libro piense por nosotros antes de pensar por nosotros mismos. Esta idea tiene mucha vigencia hoy, pues vemos cómo la mayoría es acrítica con la información que recibe, ya se trate de libros o internet. Por cobardía, pagamos al sacerdote para que nos garantice el cielo y así no tener que preocuparnos de una muerte cierta; y al médico para que nos garantice la salud cuando lo único eficaz es mantenerse sano. Por tanto, la minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro.

¿Quiénes son los autores empeñados en mantener en minoría de edad?

Los tutores que permanecen interesados en mantener a la humanidad en su minoría de edad en realidad tienen una clara motivación política. Kant se refiere irónicamente a médicos, abogados y sacerdotes como instrumentos del gobierno para manejar a sus administrados. Los peligros inevitables de comenzar a pensar por uno mismo son calificados por dichos autores como obstáculos insalvables, mientras que Kant ve en ellos tropiezos necesarios en el camino a la libertad.

En realidad, hacían bien esos tutores, esos administradores del Estado, en luchar contra la expansión de la consigna “piensa por ti mismo”, pues en poco tiempo esta sería el germen de revoluciones y desórdenes sociales que cambiarían el mapa de Europa.

El papel de esos tutores es análogo al que desempeñan los sofistas en el mito de la caverna de Platón. Nótese también el toque sexista que atribuye a algunos hombres la posibilidad de abandonar la minoría de edad, pero excluye de esta proeza a la mayoría de los hombres y a todo el “bello sexo”.

Kant afirma: es posible que un público se ilustre a sí mismo. ¿Qué derecho debe poder concedérsele para poder ilustrarse?

Para que una persona sea capaz de ilustrarse a sí mismo necesita del derecho de libertad para poder hacerlo. Para que alguien pueda ejercer el pensamiento libre, su superior también tiene que serlo.

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