Imaginación Sociológica: Perspectivas y Paradigmas en Sociología

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Imaginación Sociológica

La perspectiva sociológica a menudo contradice ideas o percepciones de sentido común. Debemos diferenciar dos formas de conocimiento:

Saber Común vs. Saber Científico

El saber común es inmediato y no sistematizado, mientras que el saber científico se basa en un método de indagación que busca la representatividad de los fenómenos y el criterio de una comunidad científica. Ambos son útiles, pero responden a preguntas de manera diferente.

El saber común nos ayuda a desenvolvernos en la vida cotidiana. Charles Wright Mills denominó imaginación sociológica a la capacidad de analizar la realidad sin dar nada por supuesto, distanciándonos de las rutinas para verlas como algo nuevo.

La imaginación sociológica nos permite comprender que acontecimientos aparentemente individuales pueden estar relacionados con asuntos más generales. Si bien todos estamos influenciados por el contexto social, nuestro comportamiento no está completamente determinado por él. La sociología investiga la conexión entre lo que la sociedad hace de nosotros y lo que hacemos nosotros mismos. Nuestras actividades dan forma al mundo que nos rodea y, al mismo tiempo, son estructuradas por él. Durkheim analizó esta dialéctica individuo/sociedad en su estudio sobre el suicidio, demostrando que incluso una decisión tan personal está condicionada por el entorno social.

Paradigma del Orden (Funcionalismo)

El funcionalismo concibe la sociedad como un sistema complejo con partes interconectadas que producen equilibrio y estabilidad. Nuestras vidas están orientadas por estructuras sociales, que son pautas relativamente estables de relaciones sociales. Cada estructura contribuye al funcionamiento y equilibrio de la sociedad.

Este paradigma se basa en las ideas de Comte sobre el organicismo y el darwinismo de Spencer. Durkheim estudió la solidaridad social, y sus ideas fueron utilizadas por Parsons, el máximo exponente del funcionalismo. Según Parsons, la sociedad es un sistema que tiende al equilibrio y la supervivencia, enfocado en identificar las tareas y requisitos para su supervivencia.

Robert Merton reformuló el concepto de función social, señalando que las consecuencias de una pauta de acción social pueden afectar de forma distinta a diferentes personas. Además, Merton advirtió que no todas las consecuencias son positivas o funcionales; también existen consecuencias negativas para el equilibrio de la sociedad. En resumen, el funcionalismo infravalora la desigualdad y el conflicto.

Estatus y Rol

El estatus social se refiere a la posición social que ocupa un individuo y que los demás reconocen. Todos tenemos un conjunto de estatus, ocupando diversas posiciones en distintos ámbitos. Un estatus puede ser adscrito (por nacimiento o adjudicado independientemente de la voluntad) o adquirido (obtenido mediante esfuerzo personal).

Dentro del conjunto de estatus de una persona, suele haber uno más importante: el estatus dominante, que define su identidad social e influye en su vida. El rol se refiere a las expectativas de comportamiento asociadas a un estatus. Es la manifestación dinámica y observable de un estatus, el repertorio de actuaciones, tareas y comportamientos que conlleva. El estatus se ocupa (posición) y el rol se desempeña.

Al igual que tenemos un conjunto de estatus, desempeñamos un conjunto de roles en cada posición social. Esta complejidad puede generar conflictos inter-roles (entre roles de distintas posiciones) o intra-roles (entre roles de la misma posición).

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