Immanuel Kant y David Hume: Comparativa de sus Filosofías en Epistemología, Ética y Política

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Immanuel Kant y David Hume fueron dos de los filósofos más influyentes del siglo XVIII. A pesar de compartir el mismo contexto histórico, sus ideas presentan diferencias notables en campos como la epistemología, la concepción del ser humano, la ética y la política.

Epistemología: La Teoría del Conocimiento

La diferencia más marcada entre Kant y Hume reside en sus teorías del conocimiento o epistemologías. Hume, desde sus principios empiristas, sostiene que todo conocimiento se fundamenta en las impresiones obtenidas a través de la experiencia, cuyos recuerdos configuran las ideas. Estas son, según su terminología, "Cuestiones de Hecho": nos proporcionan un conocimiento contingente y probable, pero nunca universal. Además, acepta como conocimiento las relaciones entre ideas que establece nuestra mente, como las matemáticas y la lógica.

Por lo tanto, Hume niega la posibilidad de la Metafísica como forma de conocimiento, basándose en el principio de negación de ideas universales, ya que su contenido no proviene de impresiones. También cuestiona la ciencia, argumentando que lo obtenido a través de los sentidos no puede universalizarse, llegando a negar incluso las ideas de causa y sustancia.

Kant, por otro lado, establece que el conocimiento debe cumplir dos condiciones: la formal y la empírica. Defiende la posibilidad del conocimiento científico al imponer la primera condición a la segunda: las categorías del sujeto cognoscente conforman el conocimiento del objeto conocido. Así, solo los juicios sintéticos a priori serán considerados científicos. Gracias a la sensibilidad y al entendimiento, la ciencia es posible. Sin embargo, Kant también rechaza la Metafísica como conocimiento, al no cumplir esta la condición material, aunque admite que al ser humano le es imposible vivir al margen de la Metafísica, ya que tiende naturalmente a ella. Acepta el principio de causalidad como una de sus doce categorías del entendimiento.

El conocimiento, según Hume, sería equivalente a lo que Kant denomina sensibilidad (el estudio de los fenómenos), pero carecería del carácter reflexivo del entendimiento. Desde la perspectiva kantiana, no se podría hablar de conocimiento en el sentido que le da Hume.

Fenomenismo

Ambos autores desarrollan un fenomenismo, pero con matices distintos. Hume argumenta que la imposibilidad de conocer la esencia de las cosas vuelve absurda la ciencia. Kant, en cambio, sostiene que aquello que percibimos (los fenómenos) puede constituir conocimiento, a pesar de no saber cómo son los objetos en realidad, su esencia (noúmenos).

El Concepto de Hombre

En cuanto a la concepción del ser humano, Hume, desde su escepticismo, llega a cuestionar la idea de "yo" o sujeto receptor de impresiones, ya que esta no proviene de una impresión. Para él, el alma sería la memoria, formada por un haz de ideas o recuerdos de impresiones.

Kant, por su parte, afirma que el ser humano es a la vez fenómeno (como cualquier otro objeto del mundo físico) y noúmeno (dada su naturaleza moral y libre). Está determinado por tres disposiciones originarias: la disposición a la animalidad, a la humanidad y a la personalidad. En tanto que la primera, el hombre sería un ser insociable y egoísta que solo busca sobrevivir; pero en tanto que la segunda y la tercera, es un ser ético, social y moral.

Ética: Emotivismo Moral vs. Ética Formal

En el ámbito de la ética, Kant y Hume defienden doctrinas opuestas. Hume propone el emotivismo moral, que establece que no es el conocimiento lo que nos guía en la elección entre el bien y el mal, sino nuestros sentimientos y emociones. Estos nos llevan a elegir las opciones adecuadas a lo largo de nuestra vida.

Para Kant, el emotivismo moral es un absurdo, ya que su ética se fundamenta en la dimensión racional del hombre. Afirma que si nos dejamos llevar por las pasiones (hacemos lo que nos gusta en lugar de lo que debemos), no actuaremos de forma moralmente correcta, pues estaríamos cayendo en el egoísmo. Su ética formal es desinteresada.

Teorías Políticas: Utilitarismo

Finalmente, en cuanto a las teorías políticas, Hume, como consecuencia de su ética, defiende el utilitarismo: el mejor sistema político será aquel que proporcione la mayor cantidad de felicidad al mayor número de personas, es decir, el que se ajuste mejor a los gustos de la mayoría.

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