Immanuel Kant: Razón, Conocimiento y la Revolución del Pensamiento Crítico
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Immanuel Kant es, sin duda, uno de los filósofos más influyentes en la historia del pensamiento occidental. Fue un ferviente defensor de la Ilustración, movimiento que criticaba la mentalidad del Antiguo Régimen y que abogaba por la autonomía del ser humano en todos los ámbitos. Según Kant, el hombre posee una herramienta fundamental: la razón, a través de la cual puede superar su «minoría de edad» (la incapacidad de servirse de la propia razón sin la dirección de otro). A partir de esta idea surge la célebre expresión *«Sapere Aude»* (¡Atrévete a pensar!).
Las Preguntas Fundamentales de la Filosofía Kantiana
En el marco de su teoría del conocimiento, la filosofía, según Kant, debe responder a tres preguntas fundamentales: ¿Qué puedo saber?, ¿Qué debo hacer? y ¿Qué puedo esperar? Estas, a su vez, se resumen en la pregunta central: ¿Qué es el hombre? Para abordar estas cuestiones, Kant desarrolló su monumental obra filosófica, estructurada en las tres *Críticas*: *Crítica de la razón pura*, *Crítica de la razón práctica* y *Crítica del juicio*, donde busca dar respuesta a cada una de ellas.
Influencias y Motivaciones: Hume y el Despertar Dogmático
Dos motivaciones principales impulsaron a Kant a construir su teoría filosófica:
- La formación racionalista: Kant consideraba que el exceso de confianza en la razón había conducido al racionalismo dogmático. Él mismo afirmó que la lectura de David Hume lo «despertó de su sueño dogmático» y lo impulsó a desarrollar su propio sistema.
- El escepticismo humeano: La conclusión del empirismo extremo de Hume, que desembocaba en un escepticismo radical, representaba un desafío que Kant se propuso superar.
Frente a estas corrientes, Kant adoptó posiciones alternativas y novedosas: frente al empirismo y el racionalismo, propuso una postura *criticista*; y frente al dogmatismo y el escepticismo, una postura *apriorística*.
El Método Trascendental y la Teoría de los Juicios
De acuerdo con esta visión, Kant ideó el *Método Trascendental*. Si bien la pregunta fundamental era «¿Qué conocemos?», Kant desplazó el interés hacia el sujeto cognoscente: «¿Qué necesita el sujeto para poder conocer?». Dado que las ciencias expresan sus teorías en forma de juicios, Kant consideró esencial una reflexión previa sobre los tipos de juicios. Distinguió cuatro categorías principales:
- Juicios *a priori*: Su verdad no depende de la experiencia.
- Juicios *a posteriori*: Su verdad depende de la experiencia.
- Juicios *analíticos*: El predicado está incluido en el sujeto (no añaden información nueva).
- Juicios *sintéticos*: El predicado no está incluido en el sujeto (añaden información nueva).
Los filósofos anteriores solían relacionar los juicios *a priori* con los *analíticos* (considerados universalmente válidos pero no extensivos) y los *a posteriori* con los *sintéticos* (que aportan información nueva pero carecen de universalidad). Sin embargo, Kant introdujo un cambio revolucionario: para que los juicios científicos fueran verdaderamente válidos, debían ser a la vez *universalmente válidos* y *extensivos* (es decir, *sintéticos a priori*).