Impacto de la Conquista y Romanización en la Cultura Hispánica

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Conquista y Romanización: La Pervivencia del Legado Cultural Romano en la Cultura Hispánica

La conquista duró doscientos años y alternó fases de avances y periodos de estabilización. Durante la primera fase (218-197 a.C.) tuvo lugar la II Guerra Púnica, que supuso la ocupación romana del sur y levante. A partir de este momento hubo un periodo (197-154 a.C.) de consolidación en los territorios conquistados y dominación por la fuerza. La segunda fase (154-133 a.C.) comenzó con las guerras celtíbero-lusitanas, que veían con hostilidad el modelo de civilización romano. Fueron unas guerras lentas y difíciles. Cabe destacar la oposición del jefe Viriato (lusitanos) y la aniquilación de Numancia (celtíberos). Las guerras civiles (133-29 a.C.) coincidieron con una nueva etapa de estabilización. Por último, en la tercera fase (siglo I, 29-19 a.C.) tuvieron lugar las guerras cántabro-astures.

El Proceso de Romanización

El proceso de romanización, es decir, la adopción del modo de vida romano, fue un proceso desigual donde podemos diferenciar tres áreas: sur y levante, la más desarrollada y romanizada; centro y oeste; y norte, la más atrasada y poco romanizada. Para este proceso de romanización fueron fundamentales la extensión de la vida urbana (ciudades), el papel del ejército (legiones), la fundación de colonias, y la concesión de la ciudadanía romana a los indígenas para asegurarse su apoyo y colaboración. También destaca la extensión del latín.

División Administrativa y Territorial

La división administrativa y territorial en Hispania fue variando. En época republicana se dividió en dos provincias: la Citerior y la Ulterior. Durante el Imperio en Roma fue dividida en tres provincias: Terraconense, Lusitania (imperiales) y Bética (senatorial). Con la crisis del Imperio, Diocleciano impuso la diócesis de Hispania, que quedó reducida a provincias.

Organización Económica

La organización económica era de tipo colonial. Destaca la exportación de la trilogía mediterránea (trigo, vino, aceite) y materias primas (oro, plata, cobre), y la importación de manufacturas.

Organización Social

En cuanto a la organización social, se dividía fundamentalmente entre hombres libres y esclavos (y libertos). Existía una jerarquía social con las siguientes categorías:

  • Los ciudadanos pertenecientes a órdenes, poseían el Jurídico Derecho Romano y representaban una minoría privilegiada y dominante. Dentro de ella diferenciamos la orden senatorial (miembros del senado romano), orden ecuestre (cargos inferiores a los senatoriales) y la orden decurional (miembros de los senados municipales).
  • Los ciudadanos romanos no pertenecientes a órdenes gozaban de privilegios políticos, militares y sociales, por sostener el Jurídico Derecho Latino.
  • Los hombres libres pero no ciudadanos poseían el Jurídico Derecho Peregrino, carecían de derechos políticos pero tenían derechos civiles.
  • Los libertos eran esclavos manumitidos que tenían derechos civiles.
  • Los esclavos representaban más de la mitad de la población. No tenían ni derechos políticos ni civiles, eran simplemente una propiedad de su dueño.

Legado Cultural de la Hispania Romana

El legado cultural de la hispania romana culminó sobre todo en el siglo I d.C. Destacan figuras como Séneca (maestro del estoicismo), Quintiliano (retórico) y Marcial (poeta satírico). También destacan la arquitectura y las obras públicas, como el teatro de Mérida, los anfiteatros de Tarragona, Mérida o Itálica, y obras de ingeniería tales como vías militares, puentes como el de Alcántara, y el acueducto de Segovia.

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