Impacto y Control del pH, Hierro y Manganeso en la Calidad del Agua Potable

Clasificado en Biología

Escrito el en español con un tamaño de 2,95 KB

Definición e Importancia del pH en el Agua

El pH influye en diversos fenómenos que ocurren en el agua, como la corrosión y las incrustaciones en las redes de distribución. Aunque podría decirse que no tiene efectos directos sobre la salud, sí puede influir significativamente en los procesos de tratamiento del agua, tales como la coagulación y la desinfección.

Se considera que el pH de las aguas, tanto crudas como tratadas, debería mantenerse en un rango de 5,0 a 9,0. Por lo general, este intervalo permite controlar sus efectos en el comportamiento de otros constituyentes del agua.

Efectos del Hierro (Fe) y Manganeso (Mn) en el Agua

Las fuentes de abastecimiento de agua subterránea son las que más se ven afectadas por la presencia de hierro (Fe) y manganeso (Mn). Estos elementos se encuentran comúnmente en forma soluble, pero al oxidarse (ya sea durante la cloración o por contacto con el oxígeno del aire) se precipitan. Esta precipitación genera:

  • Un color oscuro que provoca el rechazo de los consumidores.
  • Manchas en la ropa.
  • Obstrucciones en tuberías, accesorios y bombas.

Hasta el momento, no se conocen efectos nocivos directos para la salud humana derivados de la ingesta de estos elementos en las concentraciones habituales en el agua. Sin embargo, concentraciones elevadas de manganeso pueden tener otros efectos indeseables:

  • Acelerar el crecimiento biológico en los sistemas de distribución.
  • Contribuir a problemas de sabor y olor en el agua.
  • Aumentar la demanda de cloro u otros oxidantes aplicados en la desinfección.

El hierro suele requerir más atención en los procesos de tratamiento que el manganeso, aunque, por lo general, ambos se tratan simultáneamente.

Remoción del Hierro y Manganeso del Agua

La remoción del hierro de las aguas crudas superficiales es relativamente sencilla mediante los procesos comunes de eliminación de turbiedad. Con estos métodos, su concentración puede reducirse desde niveles de 10 mg/L hasta 0,3 mg/L, valor que se encuentra por debajo de la concentración recomendada para el agua de consumo humano. No obstante, pueden surgir dificultades si el hierro está presente formando complejos orgánicos inestables.

Por lo general, controlar el manganeso en el agua resulta más complejo que controlar el hierro. Su remoción se basa en la formación de sales insolubles, lo que frecuentemente requiere el uso de agentes oxidantes y un pH elevado.

Para la precipitación efectiva del manganeso, a menudo es necesario elevar el pH a un rango de 8,5 a 10,0. La precipitación mejora si la aireación se combina con el contacto del agua con dióxido de manganeso o al pasarla por un lecho de mineral de pirolusita.

Entradas relacionadas: