El Impacto de las Cortes de Cádiz y la Restauración de Fernando VII
Clasificado en Historia
Escrito el en 
español con un tamaño de 2,89 KB
Reformas Constitucionales y Organización Territorial
Otros artículos de la Constitución planteaban la reforma de los impuestos y la Hacienda, la creación de un ejército nacional, el servicio militar obligatorio y la implantación de una enseñanza primaria, pública y obligatoria. El territorio se dividía en provincias, para cuyo gobierno se creaban las diputaciones provinciales; se establecían ayuntamientos con cargos electivos para el gobierno de los pueblos y se creaba la Milicia Nacional. El texto constitucional plasmaba también el compromiso existente entre los sectores de la burguesía liberal y los absolutistas, al afirmar la confesionalidad católica del Estado.
La Legislación de las Cortes de Cádiz
Las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a eliminar el Antiguo Régimen y a ordenar el Estado como régimen liberal. Se votó la abolición de la Inquisición, con una fuerte oposición absolutista, y la libertad de imprenta, que, sin embargo, en lo referente a la religión continuaba bajo control de la Iglesia. También hay que señalar la libertad de trabajo, la anulación de gremios y la unificación del mercado. Este primer liberalismo marcó las líneas básicas de lo que debía ser la modernización de España.
Limitaciones y el Regreso de Fernando VII
Sin embargo, la obra de Cádiz no tuvo una gran incidencia práctica. La situación de guerra impidió la efectiva aplicación de lo legislado y, al final de la contienda, la revuelta de Fernando VII frustró la experiencia liberal. Los liberales desconfiaban de la predisposición del monarca para aceptar el nuevo orden constitucional. Por ello, dispusieron que viajara directamente a Madrid para jurar la Constitución y aceptar el nuevo marco político.
El Manifiesto de los Persas y la Restauración Absolutista
Fernando VII temió enfrentarse a quienes durante seis años habían resistido al invasor y acató sus condiciones. Pero los absolutistas, la nobleza y el clero se organizaron rápidamente para demandar la restauración del absolutismo (Manifiesto de los Persas) y movilizaron al pueblo para que mostrase su adhesión incondicional al monarca. Fernando VII traicionó sus promesas y, mediante el Real Decreto del 4 de mayo de 1814, anuló la Constitución y las leyes de Cádiz y anunció la vuelta al absolutismo.