Impacto del Desastre del 98 en España: Crisis, Regeneracionismo y el Fin de una Época
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Las Consecuencias del Desastre de 1898 en España
La Crisis Política y Moral
A pesar de la envergadura de la crisis de 1898 y de su significado simbólico, sus repercusiones fueron menores de lo esperado. La crisis económica fue menor. La necesidad de hacer frente a las deudas contraídas por la guerra cubana promovió una reforma de la Hacienda, llevada a cabo por el ministro Fernández Villaverde.
Tampoco aconteció la gran crisis política que se había vaticinado y el sistema de la Restauración sobrevivió, asegurando la continuidad del turno dinástico. Algunos de los nuevos gobernantes intentaron aplicar las ideas del regeneracionismo. La crisis política estimuló el crecimiento de los movimientos nacionalistas, sobre todo en el País Vasco y Cataluña.
La crisis del 98 fue una crisis moral e ideológica, que causó un importante impacto psicológico entre la población. La derrota sumió a la sociedad y a la clase política española en un estado de desencanto y frustración, y la relegación de España a un papel de potencia secundaria en el contexto internacional.
El Regeneracionismo
Esta corriente, que hablaba con insistencia de la regeneración de España, acabó conociéndose como regeneracionismo. Su mayor exponente fue el aragonés Joaquín Costa, el creador de instituciones sociales y económicas como la Lliga Nacional de Productores y el inspirador de un partido político, la Unión Nacional, de carácter popular y muy crítico con la Restauración.
La crisis de 1898 agudizó la crítica regeneracionista, muy negativa hacia la historia de España. Sostenía que existía una especie de "degeneración" de lo español y que era precisa la regeneración del país, enterrando las glorias pasadas. Los regeneracionistas defendían la necesidad de mejorar la situación del campo español y de elevar el nivel educativo y cultural del país.
En la década de 1890 empezó una renovación en la ciencia española con la introducción del positivismo, los adelantos de la medicina, la ciencia experimental y la sociología. Asimismo, un grupo de literatos y pensadores, conocidos como la Generación del 98, intentaron analizar el problema de España. Pensaban que había llegado el momento de una regeneración moral, social y cultural del país.
El Fin de una Época
El desastre de 1898 significó el fin del sistema de la Restauración y la aparición de una generación de políticos, intelectuales, científicos... que empezaron a actuar en el nuevo reinado de Alfonso XIII. La política de tono regeneracionista no llevó a cabo las profundas reformas anunciadas; se limitó a dejar que el sistema siguiese funcionando con cambios mínimos.
La derrota militar tuvo también consecuencias en el ejército. Frente a un antimilitarismo creciente, una parte de los militares se inclinó hacia posturas más autoritarias e integristas, atribuyendo la derrota a la ineficacia y la corrupción de los políticos. Más tarde, culminó el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, que inauguró una dictadura de 7 años, y en el protagonizado por el general Franco en 1936, que provocó una guerra civil y sumió a España en una dictadura militar de casi 40 años.