Impacto de la Integración Europea en la Economía Española: Especialización y Comercio Exterior

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La política de comercio exterior de España se caracteriza por un aceleramiento del proceso de globalización económica, aumentando así los intercambios comerciales a nivel mundial, los flujos de inversión directa y los movimientos de capital financiero. Ello se ha visto favorecido por la liberalización comercial promovida por instituciones como el GATT y su sucesora, la Organización Mundial del Comercio (OMC, 1995). España, cuyo proceso de internacionalización económica se inició ya en los años sesenta, se sumó plenamente a este fenómeno de la globalización en los ochenta, siendo esencial en ese sentido su adhesión a la Comunidad Europea (1986).

Especialización y Ventaja Competitiva

España presenta hoy un sistema de regulación comercial semejante al del resto de los países de la UE. Ello ha permitido la especialización en aquellas producciones en las que ha dispuesto o ha sabido ganar una ventaja competitiva, y ha facilitado la entrada de capital extranjero que ha fomentado también las potencialidades productivas del país.

Política de Competencia y Fomento de la Exportación

La construcción del Mercado Único europeo ha exigido el fortalecimiento de una política de competencia y regional, para evitar los posibles desequilibrios que generaba. La política de fomento de la exportación llevó a una restricción del crédito de carácter concesional a la exportación y se eliminó plenamente su desgravación fiscal con la introducción del IVA. En contrapartida, ha ganado peso una política más activa, con mayor asesoramiento y un creciente respaldo a la acción internacional de las empresas.

Liberalización Comercial y Competencia

El proceso de apertura externa de la economía española se ha materializado en una total liberalización comercial con los países de la UE, y una patente reducción de la protección nominal y efectiva frente al resto del mundo. En consecuencia, se han alterado las condiciones de competencia de nuestro sistema productivo.

Por un lado, han mejorado las posibilidades de acceso de las importaciones al mercado español. Por otro lado, las empresas españolas han podido proveerse de inputs a menores costes y se han incrementado sus capacidades competitivas, en nuestro propio mercado y en el exterior.

Crecimiento del Comercio Exterior

Desde mediados de los ochenta se registra un elevado crecimiento de las importaciones y de las exportaciones, de manera que la tasa de apertura de la economía española pasa de un 33% en 1985 a un 45% en 1998. La integración en la UE ha intensificado las relaciones comerciales con los demás miembros, pasando de un 52% a un 70% entre 1985 y 1998.

Cambios en las Relaciones Comerciales

Esta intensificación del comercio de España con la UE ha sido a costa de otras áreas geográficas, disminuyendo el peso relativo del resto de los países de la OCDE. En cuanto a las economías en desarrollo y en transición, en los años noventa mejora, sin embargo, la posición relativa de América Latina, Europa del Este y de algunos países mediterráneos. Y en el caso de las importaciones, ha disminuido el peso relativo de la mayor parte de los proveedores no comunitarios. Cabe reseñar, por otro lado, que el aumento de las importaciones, en general, ha sido superior al de las exportaciones.

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