Impacto Psicológico de la Privación y la Deshumanización en Contextos Extremos

Clasificado en Psicología y Sociología

Escrito el en español con un tamaño de 3,07 KB

Técnicas Destructoras: Parte 1

  • La Presencia de la Muerte

    Están la muerte cierta, de los compañeros muertos en la captura o en sesiones de tortura; está la muerte anunciada, de cada uno de los prisioneros en las amenazas de sus captores; y la muerte presentida de los "traslados" semanalmente a un destino aún más incierto, sin retorno. A pesar de los esfuerzos por negar la muerte, sigue estando presente y vuelve ilusorias todas las técnicas elusivas, tornando inexorable el deterioro de la salud psíquica del prisionero.

  • La Ruptura con el Mundo Exterior

    El secuestrado se convierte en un "desaparecido". Este aislamiento presenta dos situaciones básicas: la de pérdida y la de incertidumbre. Se pierde a su pareja, hijos, padres, amigos. Y continúa con la incertidumbre: se imagina la angustia de ellos, pero desconoce su suerte, sus sentimientos, su destino. La ruptura con el mundo exterior tiene como correlato que "su mundo" es este ahora.

  • La Pérdida de Visión y de la Noción del Tiempo

    Su "nuevo mundo" es absolutamente limitado y castrado. Durante mucho tiempo estará privado de la vista y de su capacidad de movimiento. Se tiene la sensación de un tiempo detenido. La situación se torna exasperante e intolerable, solo una forma de escape: la locura o la muerte.


Técnicas Destructoras: Parte 2

  • La Cosificación

    Fruto del aislamiento y de la pérdida de la noción del tiempo, sumado a la inactividad permanente, llevan al detenido a la pérdida de su individualidad y al desasosiego. El ocio y la inmovilidad desorganizan gradualmente su ciclo del día y el transcurso de la semana, llevándolo a estructurar su delirio.

  • La Pérdida de la Autoestima

    Esta situación demencial, sumada a los vejámenes físicos (el dolor de los grilletes, la inmovilidad, etc.) y a los vejámenes psíquicos (la pérdida de la visión, de la facultad locomotora, las condiciones humillantes), producían, inevitablemente, como consecuencia, la pérdida, en mayor o menor medida, de la autoestima.

  • La Situación Límite (La Tensión Constante)

    El prisionero vive la tensión de la situación límite. Esto no produce un equilibrio psíquico al cautivo; por el contrario, contribuye a su disociación.

Entradas relacionadas: