Impacto de la Revolución Francesa en la Historia Contemporánea

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REVOLUCIÓN FRANCESA (1789 - 1799)

La supresión del Antiguo Régimen, la proclamación de la libertad e igualdad de todos los hombres ante la ley y el establecimiento de la Constitución y sistema parlamentario basado en la soberanía nacional, marcaron el fin de la Edad Moderna y el comienzo de la Época Contemporánea.

Factores desencadenantes:

  • Económicos: Se dan dos años consecutivos de malas cosechas que provocan una subida en el precio del pan, junto con la grave situación de la Hacienda Pública.
  • Políticos: Desencanto general del Tercer Estado, cada vez más presionado por los impuestos. La burguesía reclama un poder político en función de su estatus económico.
  • Sociales e ideológicos: Exigencias de cambios estamentales influidos por pensadores ilustrados partidarios de la libertad e igualdad de los hombres y en contra de los estamentos ociosos (nobleza y clero).

El comienzo

Los privilegiados se negaron a pagar impuestos y exigieron a Luis XVI que convocase los Estados Generales, que se abrieron en Versalles. Los representantes del Tercer Estado exigieron el voto por persona.

El fin del Antiguo Régimen

Ante la radicalización popular, la Asamblea Nacional Constituyente decretó, el 4 de agosto, la abolición de los privilegios feudales y promulgó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Monarquía constitucional (1789-1792)

Apoyada por la burguesía conservadora para abolir el Antiguo Régimen. En 1791 se promulgó una constitución. Se estableció el sufragio indirecto y censitario, dividiendo a los ciudadanos en activos y pasivos. Tras la aprobación del texto constitucional, se formó una Asamblea Legislativa.

República democrática (1792-1794)

Impulsada por la burguesía radical.

República burguesa (1794-1799)

Supuso el retorno al poder de la burguesía conservadora.

La crisis del Antiguo Régimen (1808-1814)

Las causas de la guerra de la independencia

La reacción de la monarquía española frente a la Revolución Francesa fue declarar la guerra al país vecino (1793-1795). A partir de 1799, Manuel Godoy se alió con Napoleón para enfrentarse a Gran Bretaña y firmó el Tratado de Fontainebleau. El temor provocó el motín de Aranjuez en 1808, que forzó la dimisión del ministro y la abdicación del rey. Napoleón les hizo abdicar y aceptar el nombramiento de su hermano José Bonaparte como nuevo rey de España.

El conflicto bélico

El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó espontáneamente contra los franceses. Se creó una Junta Central Suprema y otras juntas en las ciudades. El curso de la guerra dio un giro definitivo en el año 1812, cuando la campaña de Rusia obligó a Napoleón a desplazar parte de su ejército a aquel país. La ayuda ofrecida por Wellington resultó decisiva para que los franceses abandonaran España. Se firmó el Tratado de Valençai. Fernando VII recuperaba la corona y Napoleón se comprometía a retirar sus tropas de España.

Las Cortes de Cádiz

Las juntas querían dotar al país de unos representantes legítimos e iniciar un proceso de reformas. En 1810, la Junta Central convocó una reunión de Cortes en la ciudad de Cádiz para redactar una constitución. La constitución reflejó los principios básicos del liberalismo político: la soberanía nacional, la división de poderes, los derechos del ciudadano y el sufragio universal masculino. La situación bélica pidió aplicar todo lo legislado por las Cortes de Cádiz. Los liberales, que impulsaron la constitución, y los antiguos privilegiados solo deseaban el regreso a la situación anterior a 1808.

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