El Impacto de las Revoluciones de 1830 y 1848 en Europa Occidental y Oriental

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Las Revoluciones de 1830: La Segunda Oleada Revolucionaria

La segunda oleada revolucionaria, que se produjo entre 1829 y 1839, afectó a toda Europa occidental. Es de destacar la intervención de las masas populares. La revolución de 1830 marcó la derrota definitiva del poder aristocrático y el hundimiento del sistema de la Restauración en Europa occidental, donde la burguesía moderada, partidaria del liberalismo censitario, fue la gran triunfadora, consolidándose en el poder. En Europa oriental, la mayoría de las revoluciones fracasaron y se mantuvo la economía señorial y la monarquía absoluta.

La Revolución Francesa de 1830: La Revolución de Julio

Conocida como la Revolución de Julio, fue un levantamiento revolucionario que tuvo lugar en París los días 27, 28 y 29 de julio de 1830 y que provocó la caída de Carlos X de Francia. Los años precedentes se caracterizaron por una notable actividad política, tanto de la nobleza tradicional y de la burguesía orleanista como de los bonapartistas y los carbonarios.

Eventos Clave de la Revolución de Julio:

  • 18 de marzo de 1830: Los diputados firmaron un manifiesto en el que figuraban los agravios de la cámara contra la guerra de Argelia y la progresiva congelación de los derechos proclamados en la Carta de 1815.
  • 26 de julio: Cuatro ordenanzas del ministro Polignac suprimieron la libertad de prensa, disolvieron la cámara y modificaron el sistema electoral.
  • 27 de julio: Comenzó la agitación en París.
  • 29 de julio: Carlos X retiró las ordenanzas, pero ya era demasiado tarde. La guardia nacional, con La Fayette a la cabeza, se había reconstituido. Los diputados Laffitte, Casimir, Périer y Thiers actuaron con rapidez y, con el acuerdo de La Fayette, llamaron a Luis Felipe, duque de Orleans.
  • 31 de julio: Luis Felipe fue nombrado lugarteniente general del reino.
  • 7 de agosto: Habiendo la cámara declarado el trono vacante, Luis Felipe aceptó el título de rey.

Las Revoluciones de 1848: El Despertar de Nuevas Demandas

El conjunto de movimientos revolucionarios que convulsionaron Europa entre febrero de 1848 y el verano de 1849 tuvo un sustrato común: la crisis económica de 1846-47, el rechazo de los regímenes autoritarios y la exaltación del sentimiento nacional. Sin embargo, los objetivos de estas revoluciones difirieron:

  • En París y en Viena se luchó principalmente por la implantación o ampliación del constitucionalismo.
  • En Italia, Alemania y la mayor parte del Imperio Austríaco, la revolución pretendió la liberación de los pueblos oprimidos como primer paso para la constitución de estados nacionales regidos por sistemas democráticos.

Consecuencias y Nuevos Ideales

Las revoluciones de 1848 marcaron el fin del sistema Metternich y pusieron en primer plano el doble problema de las libertades individuales y los derechos de los pueblos. Cabe destacar la irrupción de la clase obrera, que participó muy activamente en todas las revueltas, planteando reivindicaciones de un carácter mucho más social. Los nuevos ideales democráticos que se defenderán serán la soberanía popular, la libertad y la igualdad social.

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