El Impacto de la Tecnología en la Ética y la Sociedad: Superando la Brecha Digital
Clasificado en Filosofía y ética
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El Imperativo Tecnológico y su Relación con la Ética
El imperativo tecnológico se presenta como un modelo de racionalidad práctica que se interrelaciona con la ética en cuanto a su objeto de estudio y contenido. Tradicionalmente, la filosofía moral ha sido la disciplina encargada de la racionalidad práctica, buscando orientar la acción humana. Sin embargo, en la actualidad, las ciencias aplicadas también buscan guiar la acción, argumentando que son las únicas que pueden asegurar el éxito y la aplicación efectiva del conocimiento.
Las ciencias aplicadas fundamentan su pretensión de ser un saber práctico en la reinterpretación de tres elementos clave que tradicionalmente legitimaban la relevancia de la ética:
- La toma de decisiones: Considerada el punto álgido de la elección moral y empleada para resolver conflictos y evaluar la validez de un posible ejercicio de la razón.
- La resolución de conflictos: Determinando la mejor opción entre varias alternativas.
- La producción de bienes: El objetivo final de toda acción humana significativa.
La tecnología, según esta perspectiva, aborda estos tres aspectos al facilitar la elección entre diversas opciones, al orientar el sentido de las acciones cooperativas más beneficiosas y al proponer los bienes hacia los que deben dirigirse tanto las decisiones como las acciones cooperativas.
En este marco, se puede hablar de un "imperativo tecnológico" que se presenta como una evolución y una alternativa al tradicional imperativo ético. Este nuevo imperativo plantea la cuestión de si todo lo que es técnicamente posible es también éticamente viable y debe llevarse a cabo.
La Tecnología y su Influencia en la Ética
La estructura de la acción humana y la acción tecnológica están intrínsecamente ligadas a la ética. Esto se evidencia en la influencia de la tecnología en debates sobre el origen y el fin de la vida, y en su relevancia para definir conceptos morales como la calidad de vida, la identidad personal o la naturaleza humana.
Cuando se aborda la tecnología desde la perspectiva de la racionalidad práctica, se busca comprender su papel determinante en la reconfiguración de los saberes y las capacidades del ser humano, en su condición de ser inteligente.
En este contexto, es pertinente cuestionar si la tecnología ofrece una teoría de la acción humana más completa y efectiva que la ética, considerando que esta última explica la interconexión entre lo interno y lo externo, lo objetivo y lo subjetivo, lo bueno y lo útil, el sujeto y el contexto, y lo intersubjetivo y lo intrasubjetivo.
Es importante destacar que una gran parte de nuestras acciones cotidianas están reguladas por normas, pero no todas estas acciones son necesariamente morales.
La Brecha Digital: Desigualdad en el Acceso a la Tecnología
La brecha digital se refiere a la disparidad socioeconómica entre las comunidades que tienen acceso a Internet y las que no. Esta desigualdad también se extiende al acceso a otras Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como ordenadores personales, telefonía móvil, banda ancha y otros dispositivos. La brecha digital se fundamenta en diferencias preexistentes al acceso a la tecnología. Según Eurostat, la brecha digital se define como la distinción entre quienes tienen acceso a Internet y pueden utilizar los servicios de la World Wide Web y quienes están excluidos de estos servicios. Este término también alude a las diferencias entre grupos en su capacidad para usar las TIC de manera efectiva, debido a variaciones en los niveles de alfabetización digital, carencias y problemas de accesibilidad a la tecnología.