El Valor Imperecedero de la Virtud en la Vida Moderna

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En la actualidad, la virtud parece estar fuera de moda y su verdadero valor a menudo no se percibe. Tendemos a valorar más un hábito constante que una acción puntual; por ejemplo, ser generoso de manera continua es superior a realizar un acto generoso aislado. Las virtudes son hábitos que elegimos libremente y que se distinguen tanto de nuestro temperamento natural como del carácter que hemos desarrollado.

Virtud: Camino hacia la Felicidad y la Realización Personal

Nuestra búsqueda de la felicidad y de una vida satisfactoria no se limita únicamente a alcanzar metas y experimentar momentos de satisfacción. Implica, sobre todo, sentirnos plenamente realizados. Es fundamental adoptar una postura de aprecio y gratitud por lo que ya tenemos, en lugar de centrarnos exclusivamente en la búsqueda constante de más. La virtud es una actividad que posee un fin y un sentido en sí misma, aunque no es instantánea y requiere tiempo y dedicación para desarrollarse.

La Capacidad Práctica: Una Fuerza de Doble Filo

La capacidad práctica es crucial no solo para realizar acciones virtuosas, sino que, paradójicamente, también puede ser utilizada por aquellos que carecen de virtud para perpetuar actos malignos. Esta capacidad es una fuerza impulsiva que puede influir en los comportamientos humanos tanto para bien como para mal. Las virtudes, al ser hábitos humanos y pasionales, deben surgir de lo más profundo de uno mismo. Aunque nos hayamos acostumbrado a hacer algo bien, la virtud nunca es algo mecánico, incluso si en ocasiones se realiza por costumbre.

La Virtud como Fuente de Sabiduría y Orientación Moral

Las virtudes proporcionan la sabiduría necesaria para afrontar nuevos problemas y resolverlos con acierto, logrando un cierto dominio ante futuras dificultades. Quien lleva una vida virtuosa, cultivando hábitos y actitudes moralmente buenos, no solo obra con facilidad lo correcto, sino que también lo conoce con mayor finura y precisión. Cuando buscamos consejo para resolver un problema moralmente confuso, debemos acudir a quien consideramos virtuoso, ya que su juicio nos merece mayor confianza que el de alguien que se conduce según hábitos opuestos a los buenos. La práctica constante, en este sentido, produce conocimiento.

El Desafío y la Recompensa de Cultivar la Virtud

Aunque pueda parecer que todo son ventajas, alcanzar la virtud no es un camino fácil ni siempre agradable. Requiere esfuerzo y dedicación constantes, pero es, sin duda, fundamental para construir una vida plena y satisfactoria.

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