El Imperio Napoleónico y la Reconfiguración de Europa: Auge y Caída
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El Imperio Napoleónico (1804-1814)
Napoleón quiso extender por Europa las ideas revolucionarias de libertad e igualdad, pero sus conquistas despertaron sentimientos nacionales contra Francia. Su proyecto tenía una contradicción: pretendía llevar libertad a los pueblos.
El objetivo final era establecer una Europa unida bajo la hegemonía de Francia, mediante la creación de reinos encomendados a su familia (Nápoles, Holanda, Westfalia, España). A estos proyectos se opusieron Austria, Prusia, Rusia y Gran Bretaña. Gran Bretaña ideó una invasión con la armada española, pero la idea se vino abajo tras la derrota franco-española en la batalla de Trafalgar.
Napoleón pensó entonces en una guerra económica contra Gran Bretaña. En 1806 publicó un decreto prohibiendo la importación de artículos británicos en Europa. Para evitarlo, Napoleón tenía que ocupar Portugal, aliado de Inglaterra. Atravesaron España y Napoleón, aprovechando la crisis de la monarquía española, decidió ocupar el país y logró la abdicación de Carlos IV y Fernando VII, entregando la corona española a su hermano José, quien se convirtió en José I.
Hubo una Guerra de la Independencia (1808-1813) porque el pueblo de Madrid decidió levantarse contra las tropas francesas el 2 de mayo. En 1810, el imperio francés abarcaba la mitad de Europa. El fin del imperio se inició cuando Napoleón decide invadir Rusia. En 1813, con el fracaso en Rusia y la derrota en España, Napoleón es derrotado en la batalla de Leipzig. Desterrado, Luis XVIII se hace rey. En 1815, Napoleón regresa a Francia y pierde en la batalla de Waterloo, muriendo en la isla Santa Elena, donde fue desterrado.
La Europa de la Restauración y el Congreso de Viena
Cuando derrotan a Napoleón, se reúnen en Viena para restaurar el absolutismo. En Francia, los Borbones recuperan el trono con Luis XVIII. En España, Fernando VII anula la obra de las Cortes de Cádiz. Entre 1814 y 1815, todos los estados envían representantes al Congreso de Viena, pero las cuestiones importantes eran decididas por Austria, Rusia, Prusia y Gran Bretaña.
Salen dos resoluciones principales:
- Nuevo mapa europeo.
- Sistema político-ideológico (Santa Alianza).
Rusia se anexiona Finlandia y parte de Polonia. Prusia se incorpora Renania. Austria recibe el reino de Lombardía-Véneto. Gran Bretaña refuerza su hegemonía marítima con Malta, las islas Jónicas, El Cabo y Ceilán. Bélgica deja de pertenecer a Austria y se une a Holanda, formando los Países Bajos. Francia vuelve a sus fronteras de 1789. Italia queda dividida en estados independientes y en Alemania se establece la Confederación Germánica, integrada por 39 estados.
La Santa Alianza fue un pacto firmado por los tres soberanos de Austria con la intención de mantener el orden del Congreso de Viena. En 1826, la Santa Alianza entró en fase de descrédito.
La Independencia de la América Española
Varias causas explican la independencia de España y Portugal:
- Difusión de las ideas de libertad propagadas por la Revolución Francesa.
- Descontento de los criollos, que desempeñan en América el papel que la burguesía había jugado en Europa contra las monarquías absolutas. Enriquecidos, los criollos quieren ocupar altos cargos de gobierno americano.
- Interesada ayuda de Gran Bretaña y Estados Unidos.
Por último, al triunfo de la independencia contribuyó la debilidad de España, invadida por Napoleón. El movimiento independentista se inicia en 1810 en México, Caracas y Buenos Aires. Los criollos decidieron crear juntas que asumían el poder político. Cuando Fernando VII vuelve a España en 1814, se restablece la situación, recuperando parte del territorio americano. En 1816 se abre otra fase definitiva para la independencia. Argentina se independiza, así como Venezuela, Colombia y Ecuador. Cuba y Puerto Rico siguen unidas a España hasta 1898.