Implicaciones Sociales y Antropológicas en los Sistemas Económicos Contemporáneos

CONCEPTOS ANTROPOLÓGICOS Y SOCIALES SUBYACENTES EN LOS SISTEMAS CONTEMPORÁNEOS

La Doctrina Social de la Iglesia no emite juicios técnicos sobre las soluciones propuestas por las escuelas económicas. Sin embargo, sí señala los elementos subyacentes que pueden tener consecuencias negativas para la persona o la sociedad. En general, las escuelas contemporáneas se basan en concepciones sobre la persona y la sociedad diferentes a las de la Iglesia. Estas concepciones suelen estar elaboradas desde modelos culturales que difieren del clásico modelo judeo-greco-romano-cristiano, aunque frecuentemente se deriven de él. A menudo, parten de un nominalismo originario que ha evolucionado hacia posiciones materialistas, ya sean individualistas o colectivistas.

Tras toda construcción económica subyace un sistema que, al considerar personas, cosas y relaciones, siempre incluye:

• Una interpretación sobre la persona.
• Una interpretación sobre la sociedad.
• Una teoría del conocimiento sobre la sociedad y las relaciones estudiadas. Esto implica una postura respecto al modelo cultural aceptado: puede basarse en un concepto clásico y limitado de la razón, en un formato racionalista que absolutiza la razón individual e ignora otros referentes, o en los sentimientos como forma de conocimiento.
• Un conjunto de relaciones que explican los comportamientos económicos. Aquí se distinguen dos aspectos: uno puramente científico, sobre el cual la Iglesia no se pronuncia, y otro de tipo moral, ya que las acciones económicas, constantes y reiteradas en todo ser humano, implican relaciones morales. Sobre este último aspecto, la Iglesia sí ofrece criterios.

La Perspectiva de la Doctrina Social de la Iglesia

Por tanto, la Doctrina Social de la Iglesia, prescindiendo de juicios técnicos, posee una estructura capaz de determinar los elementos subyacentes en un sistema de pensamiento.