Indagación sobre la Trascendencia: Latencia, Descubrimiento y Metanecesidades

Clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 2,98 KB

La Índole Latente de lo Trascendente

Mientras que lo inmanente se manifiesta de forma patente, lo trascendente se halla en situación de latencia. Lo inmanente comienza siendo patente porque, al estar incluido en nuestro lugar vivencial, nuestras vivencias nos lo muestran. Lo trascendente, en cambio, no puede empezar estando patente, ya que no está incluido en nuestro espacio vivencial; no es algo que nuestras vivencias puedan revelar directamente. Se oculta. El tercer aspecto de la realidad es trascendente y, por lo tanto, latente.

Las necesidades de autorrealización se caracterizan, además de por proceder de la potencialidad, por su correlación con el aspecto trascendente de la realidad.

Las Necesidades de Descubrimiento

Si a algo latente se lo deja en su latencia, entonces hay ignorancia, porque lo latente sigue sin mostrarse y continúa siendo una incógnita. Por el contrario, si se lo saca de su latencia y se lo pone en situación de patencia, entonces hay saber, porque lo latente se muestra y deja de ser esa incógnita.

Lo trascendente es latente; por lo tanto, en su caso, el saber consiste en tenerlo puesto en situación de patencia. Pero poner lo trascendente en situación de patencia es lo mismo que descubrirlo. Así que, para conseguir este saber, hay que realizar un descubrimiento: el descubrimiento de la trascendencia.

De todas las necesidades que el hombre tiene, solo las metanecesidades pueden impulsarle a realizar este descubrimiento, porque estas necesidades son las únicas que están en correlación con el aspecto trascendente de la realidad. Es decir: las metanecesidades de descubrimiento. Las metanecesidades, cuando se convierten en necesidades de saber, funcionan como necesidades de descubrimiento.

Las Dos Formas Principales de Nuestras Necesidades de Saber

Las necesidades de deficiencia, cuando funcionan como necesidades de saber, se convierten en necesidades de dominio y motivan al hombre para buscar un saber que le proporciona dominio: el saber-instrumento. En cambio, las metanecesidades, cuando funcionan así, se convierten en necesidades de descubrimiento y motivan al hombre para buscar un saber que le proporciona una iluminación de ese otro aspecto de la realidad que él no percibe.

Las necesidades de saber del hombre tienen dos formas principales, una por cada nivel de motivación humana: en el nivel inferior, que es la simple motivación, tienen la forma de necesidades de dominio, mientras que en el nivel superior, que es la metamotivación, tienen la forma de necesidades de descubrimiento. El que nuestras necesidades de saber tengan estas dos formas es una consecuencia del hecho de vivir dentro de una realidad que contiene tanto lo inmanente como lo trascendente.

Entradas relacionadas: