La Industrialización Francesa en el Siglo XIX: Agricultura, Demografía e Industria

Clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 2,63 KB

Agricultura

En Francia, la industrialización no implicó la introducción de nuevos sistemas agrícolas de manera generalizada. Si bien hubo un cambio en la propiedad de la tierra, el resultado fue la proliferación de pequeñas y medianas propiedades. Francia se especializó en productos agrícolas de alta calidad, pero la agricultura no generó excedentes suficientes para permitir un crecimiento significativo de la población.

Demografía

La demografía francesa presentó características atípicas. Esto se debió a las guerras a partir de 1789, que aumentaron la mortalidad, y a la baja productividad agrícola. Como resultado, las tasas de natalidad en Francia se redujeron mucho antes que en otros países, y no hubo un crecimiento significativo de las ciudades.

Industria

La industria francesa se caracterizó por pequeñas y medianas empresas, debido a problemas de energía. No hubo una concentración industrial significativa, y las empresas se ubicaron en zonas rurales próximas a las fuentes de energía tradicionales. La siderurgia y la minería estuvieron muy condicionadas por la escasez de energía y los avances tecnológicos.

Transportes

Francia había comenzado a construir canales de navegación y carreteras en el siglo XVIII, pero sus efectos fueron limitados por problemas de financiación y la Revolución Francesa. La construcción del ferrocarril comenzó tarde, en 1840, debido al rechazo de la población. Las primeras líneas fueron construidas por empresas inglesas. A partir de 1848, el Estado impulsó la construcción del ferrocarril, proporcionando ayudas pero diseñando el trazado de la red.

Comercio

El comercio francés, especialmente el exterior, se vio muy afectado por la Revolución de 1789. Durante la revolución, Francia perdió la mayor parte de su marina mercante. Sin embargo, en el siglo XIX, la construcción del ferrocarril influyó positivamente y se crearon sociedades comerciales de gran tamaño. En 1860, Francia firmó un acuerdo comercial con Inglaterra, el Tratado de Cobden-Chevalier, que redujo los aranceles entre ambos países para productos agrícolas e industriales. Este tratado benefició más a Inglaterra y marcó el inicio de una reacción proteccionista a nivel mundial.

El Tratado de Cobden-Chevalier incluía la cláusula de nación más favorecida, que garantizaba un tratamiento preferencial al país con el que se firmaba el acuerdo frente a terceros países. Si uno de los dos países trataba con otros países con aranceles inferiores al 8%, se modificaban los aranceles entre Francia e Inglaterra.

Entradas relacionadas: