El inesperado regreso de Silvia: una historia de amistad y cine en Getafe

La partida a París

Laura, la narradora, nos cuenta los hechos que le ocurren a su amiga Silvia desde el momento en que les anuncia que se irá a París a rodar una película. Laura, Silvia e Irene son tres chicas de 16 años que viven en Getafe. Silvia era actriz y ese verano se encontró a un joven director llamado André que la quería como protagonista de su película. Antes de partir hacia Francia, las tres amigas se reunieron por última vez en el parque para despedirse. Allí prometieron reunirse al menos una vez al año para volver a pasar una tarde como aquella, juntas. Al día siguiente, Silvia se fue a París.

Llegaron cartas donde explicaba lo maravilloso y bonito que era París, y lo bien que la trataban siempre en el rodaje. También hablaba del piso tan acogedor donde vivía con una actriz llamada Ariane, un poco rara, pero muy simpática y agradable. De André, el director, decía lo mismo, y explicaba a qué sitios tan lujosos la llevaba a cenar. En la última carta, relataba la escena en la cual ella se hizo la verdadera protagonista de la película.

La vida sin Silvia

Mientras tanto, Laura e Irene vestían igual, leían los mismos libros e, incluso, Laura se aplicó más en los estudios. Laura tenía un vecino, Roberto, al que siempre rechazaba las invitaciones porque no le gustaba y tampoco tenía ganas de ir.

Un día, cuando salía de su casa, se cruzó con Roberto, el pretendiente al que siempre rechazaba, pero esa vez, al saludarlo, notó algo distinto.

Preocupación y noticias inesperadas

Durante un tiempo no volvieron a recibir cartas de Silvia, y eso les preocupó. Así que fueron a visitar a sus padres para ver cómo estaba. Ellos, un tanto cansados del trabajo, les dijeron que hablaban con ella cada día y que se encontraba bien, un poco cansada de tanto trabajo, pero que para Navidades vendría a Getafe. Ese día, *el hámster*, el hermano de Laura, dijo que había recibido una carta de Silvia. Sin poder evitarlo, Laura entró en la habitación de su hermano para leer la carta y descubrir por qué a ellas no les escribía, pero no obtuvo ninguna respuesta.

Al siguiente día sonó el teléfono en casa de Laura. Minutos después, Laura, Silvia e Irene estaban juntas de nuevo.

El relato de Silvia: problemas en el rodaje

Al momento, Silvia empezó a explicar el porqué de su silencio y su repentina vuelta a Getafe. Les explicó que después de rodar en los Campos Elíseos, el tiempo empezó a empeorar y que, por culpa de eso, tuvieron que suspender y modificar escenas, y que todos estaban muy alterados, especialmente el director.

Un día en el que Ariane y Silvia se encontraban en casa, llegó Eric, el hermano de Ariane. Gracias a Silvia, se pudo alojar un tiempo con ellas mientras hacía un trabajo para la universidad. Los días transcurrían y el rodaje empeoraba. Chantal, una de las actrices más reconocidas, se aprovechó del momento y consiguió más guion en la película. Silvia cada vez estaba peor, especialmente cuando André, en una escena que tenía que besarse con Michael, la gritó y ridiculizó delante de todos.

Un giro inesperado

Al día siguiente, Eric le regaló un libro y André, para disculparse, un ramo de flores que más tarde también se convirtió en una invitación a cenar, la cual no pudo rechazar. Llegó la noche y, al volver de la cena, André quiso abusar de Silvia, pero en ese momento apareció Eric y, mientras él amenazaba a André, Silvia escapó y se fue hacia el piso, donde minutos después apareció Eric.

La última escena y el regreso

Ariane y Silvia fueron al rodaje a grabar la última escena. Según ella, había quedado bien a la primera, pero André le pidió que se dejara caer el tirante del camisón, a lo cual Silvia se negó y, después de varios gritos de André, se giró, se despidió y se fue de aquel lugar. Al día siguiente, se dio cuenta de que no tenía nada que hacer ya en París, cogió sus maletas y, dejando una nota a Ariane y otra a Eric con su número de teléfono, se marchó.

Un nuevo comienzo

Después de preguntarle algunos detalles más, se marcharon alegres hacia su casa. Laura, en el portal, se encontró con Roberto y, sin dejar tiempo a nada, le dijo que aceptaba su invitación para ir al cine y luego tomar algo.