La Influencia de los Fenicios, Griegos y Cartagineses en la Península Ibérica

1. Fenicios: También conocidos como Tyrios

Fueron los primeros pueblos colonizadores en llegar.

Procedían de Asia Menor, la zona de la actual Israel. Era una tierra pobre con suelo arenoso donde no era fácil desarrollar la agricultura.

Vivían principalmente de la venta del cedro, que tiene una madera de excelente calidad y esa zona estaba llena de bosques del mismo.

Las ciudades se autogestionaban, solo tenían contacto entre ellas para el comercio.

Eran ciudades muy grandes.

Eran los mejores navegantes de la época, primero fueron a las Islas Griegas, que era lo que más cerca tenían, y luego fueron acercándose hacia Occidente.

Donde llegaban creaban “factorías” que eran enclaves temporales, pero en algunos lugares creaban “colonias”, que eran enclaves permanentes.

Llegan al Sur de la península en el segundo milenio a.C. pero no se sabe exactamente cuándo; lo que sí se sabe es que llegaron al Sur, más concretamente a Gadir (la actual Cádiz). Gadir fue primero una factoría y luego la convirtieron en colonia.

Los fenicios nos aportaron muchas cosas y los pueblos de la península dieron un gran salto cultural. Ellos se llevaban recursos que se cultivaban aquí y nos dejaron una lengua oral y escrita, un lenguaje numérico, la moneda, técnicas de conservación de alimentos, el tintado de la ropa, distintos objetos, cerámica pintada, y la práctica de enterrar mediante la inhumación. Los fenicios inhumaban en sarcófagos que eran grandes cajas antropomorfas, es decir, reproducen la forma del humano enterrado. A veces encontramos restos de varias personas enterradas en el mismo sarcófago, eran parejas, y en la tapa del sarcófago representaban a los enterrados como si siguieran vivos.

2. Griegos

Llegan a la península porque les expulsan de su tierra.

Eran pacíficos y por eso los pueblos que eran más bélicos les expulsaron con facilidad.

Vivían de la agricultura que se cultivaba en la península y ellos introducen otros nuevos; además, también pescaban.

Se dirigieron hacia el Oeste porque el pequeño territorio en el que estaban después de las invasiones era malo para la agricultura. Al primer sitio donde llegaron fue a la Península Itálica, más concretamente a la zona de Sicilia, donde la tierra tampoco era muy buena para cultivar. Siguieron hacia el Oeste hasta la costa azul francesa y, por último, llegaron a la Península Ibérica por los Pirineos, y llegaron para quedarse.

Cuando llegaron se encontraron con los pueblos de costa que eran más receptivos; además, los griegos no agredieron ni les echaron de su lugar, por lo que tuvieron buena relación.

Se mezclaron con los pueblos prerromanos del centro.

Nos aportan su lengua oral y escrita, la medicina mediante la botánica, su literatura, los principios filosóficos, matemáticos y la moneda.

Sus esculturas eran pequeñas comparadas con las del resto de los pueblos, pero eran a tamaño real ya que eran realistas y naturalistas; además, eran expresivas.

3. Cartagineses

Llegaron a la península a partir del S. IV a.C.

Son los herederos de los fenicios.

Era un pueblo guerrero.

Estaban en África donde era muy difícil vivir de la agricultura y se desplazaron hacia el Oeste porque ya era conocido que allí había recursos.

Llegaron a un lugar donde había minas de plata y hierro y allí formaron una colonia a la que llamaron “Cartago-Nova”.

Pretendían explotar las minas para extraer los metales y seguir fabricando armas.

A la gente de allí les reclutan por la fuerza para su ejército y al resto les obligaban a cultivar y darles lo que sacaban.

Su objetivo era conquistar las islas italianas porque querían ser una potencia territorial, pero tenían un problema: los romanos también querían esas islas. Los romanos eran un pueblo guerrero que quería expandirse, y una de sus prioridades, al igual que la de los cartagineses, eran esas islas italianas. La lucha por esas islas dio origen a las “Guerras Púnicas”.