Influencias Filosóficas Clave en Karl Marx: Hegel, Feuerbach y Pensadores Ilustrados
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Hegel: La Dialéctica y la Alienación
La filosofía idealista de Hegel –para la cual el universo es esencialmente espiritual y no material– debió servir a Marx como contrapunto filosófico. Marx, apartándose de Hegel –o, como suele decirse, 'poniendo a Hegel de nuevo con los pies sobre la tierra'–, arribó a sus propios planteamientos materialistas, que derivarían en su concepción materialista de la historia o Materialismo Histórico. No obstante, Marx tomó de Hegel ideas muy fecundas: por un lado, la noción de alienación; por otro, la noción de dialéctica.
Respecto a la alienación, Hegel hablaba de un Espíritu o Geist –Sujeto cósmico– que 'se hace otro', 'se desdobla' o 'aliena' de sí mismo al incorporarse en la Naturaleza, desplegarse en la Historia y, posteriormente, reencontrarse consigo mismo a un nivel superior de mayor autoconciencia. Respecto a la dialéctica, noción de origen heracliteano, Hegel concibe ese desplegarse del Espíritu en la Historia como algo dinámico y en evolución, que entraña antagonismos y contradicciones –no quietud ni reposo–: guerras, conflictos, revoluciones... Esto, en Marx, llevó a su concepción de la Historia entendida como un conflicto o dialéctica permanente entre clases enfrentadas (lucha de clases), que había de resolverse con la victoria final del proletariado.
Ludwig Feuerbach: La Crítica a la Religión y la Ideología
Esa idea de alienación como extrañamiento, ese sentirse ajeno respecto al ser propio, está presente también en Ludwig Feuerbach, y en él se inspiró Marx. Según Feuerbach, en la religión el hombre se 'deshumaniza' al vaciarse de sus cualidades humanas y revestir con ellas a Dios, que no es más que una ilusión forjada por el hombre. Para Feuerbach, la única manera de rehumanizar al hombre es, pues, el ateísmo: negar a Dios reivindicando así el exclusivo protagonismo del hombre. La teoría de la ideología, o de la superestructura ideológica, según la cual la clase dominante a nivel material –la burguesía– genera un conjunto de ideas o pensamientos jurídicos, políticos, etc., ilusorios y desfiguradores de la realidad, pues responden a sus intereses de clase y no a los de la sociedad entera, es debida fundamentalmente a la influencia de L. Feuerbach.
Locke, Rousseau y Kant: Visiones sobre el Estado de Naturaleza y la Propiedad
John Locke
Para Locke, ya en el 'estado de naturaleza', previo a la fundación de la sociedad civil, el hombre goza de una serie de derechos naturales, como el derecho a la vida, la libertad o la propiedad privada. Esto da pie a uno de los principios fundamentales del liberalismo político: la razón de ser del Estado es precisamente salvaguardar los derechos naturales de los ciudadanos (por ejemplo, la propiedad privada) y no puede negarlos.
Jean-Jacques Rousseau
Para Rousseau, sin embargo, como para Hobbes, en el estado o condición de naturaleza, previa a la sociedad civil, no se puede hablar del derecho a la propiedad privada. Para Rousseau, porque en el estado de naturaleza todo es de todos y el hombre encuentra en la naturaleza cuanto precisa para subsistir. Antes al contrario, consideró que el surgimiento de la propiedad privada fue la verdadera causa de la sociedad civil, lo cual dio paso a la auténtica desigualdad social entre los hombres, que los aliena o enajena, provocando que estos se sintieran 'fuera de sí'.
Immanuel Kant
Para Kant, como para Hobbes, la situación del hombre en el estado de naturaleza es de guerra, y en este no existe el Derecho; por lo tanto, se puede deducir que tampoco hay lugar para la defensa de la propiedad privada, la cual solo cobra sentido en el Estado civil, en el que impera la ley y un poder común que la hace cumplir. Con todo, en su idea de que la sociedad ha de avanzar hacia unas mayores cotas de moralidad puede verse una cierta aproximación de las ideas kantianas a las ideas marxistas.