Informe de Evolución y Manejo de Pradera: Caso Práctico
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Evolución y Manejo de la Pradera
Seguimiento de la Pradera
14 de noviembre: Se comprueba la nacencia, observándose irregularidad en la germinación y desarrollo. Se atribuye este desarrollo escaso a las escasas precipitaciones recientes y a las condiciones adversas de viento y frío, que han desecado el suelo. No obstante, las labores agronómicas y la siembra se consideran adecuadas, y se espera una respuesta positiva si las condiciones climatológicas mejoran. En cuanto al manejo, se debe esperar la evolución de la pradera.
18 de febrero: Se observa un crecimiento desigual en la zona de alcornocal, posiblemente debido a una mala distribución de la semilla o a la falta de nutrientes. En el resto de la pradera, la densidad de tréboles es buena y su desarrollo es adecuado. La tremosilla ha desaparecido debido a la presión del ganado. Debido a la infestación de malas hierbas, se recomienda el pastoreo con novillas hasta la aparición de la floración a mediados de marzo, momento en que se reservará la pradera para su aprovechamiento en seco.
10 de junio: La producción de semillas ha sido escasa, al igual que la producción de pasto y su calidad, debido a la dominancia de gramíneas y compuestas, como consecuencia de las condiciones climáticas adversas. La posibilidad de implantación de la pradera podría verse comprometida, por lo que habrá que esperar al otoño para evaluar la respuesta de las semillas duras.
En cuanto a su manejo, se puede aprovechar ya para conseguir el máximo potencial, pues todavía las gramíneas y las compuestas tienen valor nutritivo que perderán al lignificarse. Se recomienda mantener las vacas en la pradera el mayor tiempo posible para controlar los jaguarzos.
Octubre: Se reabonó la pradera con 150 kg de fosfato por hectárea. Se vacía la balsa entre esta y otra parcela.
Marzo de 2010: El nacimiento había sido bueno, pero el crecimiento era escaso debido a precipitaciones algo tardías. Se esperaba el desarrollo de los tréboles, especialmente en la zona de alcornocal. En cuanto al manejo, se considera adecuado. En la primavera siguiente, se debe reservar la pradera para favorecer la regeneración del banco de semillas. El aprovechamiento en seco durante el verano se deberá hacer con ganado ovino para controlar las cistáceas y conseguir un buen nivel de materia orgánica.
Otoño: Se observa un buen nacimiento de la pradera en las zonas bien implantadas, aunque la zona de alcornocal sigue siendo pobre. En octubre, como cada año, se ha vuelto a abonar con 150 kg de fosfato por hectárea.
No se puede obtener una cifra de productividad precisa de la parcela, ya que el aprovechamiento se realiza a diente, principalmente durante la montanera, que requiere hierba además de bellotas para la alimentación del cerdo.
Cálculos de Nitrógeno
El ganado en libertad genera 6834,96 toneladas de estiércol al año, que se depositan directamente en el medio, de las cuales 47767,224 kg corresponden a nitrógeno. Dado que se trata de una zona vulnerable, se intenta no superar los 210 kg/ha permitidos. Si se repartieran 170 kg/ha, se necesitarían 292,2 ha. Como la superficie total es menor y los animales se encuentran repartidos por toda la finca, no existe un riesgo excesivo.
Con respecto a los animales estabulados, sus subproductos se recogen en una balsa de purines de 700m3. Estos generan 2863,88 m3 anuales, lo que equivale a 715 m3 trimestrales, por lo que se debe vaciar la balsa de purines 4 veces al año. El contenido se utiliza como abono en las parcelas cultivadas, y los excesos se reparten entre el resto de la finca. Su equivalencia en N2 es de 7560 kg, para lo cual se necesitarían 44.47 ha para su dispersión. Este purín se usa como abono en parcelas sembradas con avena para el consumo a diente por los animales.
Problemas en la Explotación
Al principio del uso de la pradera, se produjo un episodio de enterotoxemia (basquilla), que se corrigió mediante vacunación. No se han producido excesos de casos de timpanismo por el uso de forrajes, ni problemas de fertilidad. En la pradera han crecido plantas del género Cistus, que han ocasionado algunos casos de intoxicación en ovejas, manifestándose con temblores y retención de orina.