Innovación Pedagógica y Crítica Educativa: De John Holt a la Institución Libre de Enseñanza

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La Desescolarización y la Objeción Escolar: El Legado de John Holt

Los Fundamentos de la Crítica Escolar de John Holt

John Holt, profesor de la Harvard Graduate School, publicó un año antes de la aparición de La sociedad desescolarizada de Ivan Illich, una recopilación de artículos bajo el título El fracaso de la escuela. Su relación con las tesis desescolarizadoras, por un lado, y con la implantación, años más tarde, de la objeción escolar, por otro, se fundamenta también en el cuestionamiento de la obligatoriedad de asistencia.

Holt plantea la posibilidad de conceder a cada alumno un número considerable de ausencias autorizadas cada curso: cincuenta o sesenta.

Ante las demandas de alternativas de futuro, abre la perspectiva a iniciativas particulares y locales de creación de escuelas alternativas fundamentadas en la no obligatoriedad.

El Movimiento de la Objeción Escolar y el Homeschooling

Holt crea un sistema alternativo de formación en el que, implicando a la familia, pretende suprimir la escuela. La objeción escolar es una forma contemporánea de desescolarización que toma forma con la propuesta de Homeschooling.

Holt publica en 1977 una revista, Growing Without Schooling. En Estados Unidos hay ya más de 300.000 familias que se han acogido a la objeción escolar. Los resultados son espléndidos: en Estados Unidos, a partir de los dieciséis años, los estudiantes pueden presentarse a un examen de grado cuya superación les permite seguir estudios universitarios, reflejando un menor fracaso escolar en comparación con la población escolarizada tradicionalmente.

La Institución Libre de Enseñanza: Un Proyecto de Regeneración Educativa en España

Orígenes e Influencia de la ILE en la Educación Española

La Institución Libre de Enseñanza (ILE) fue una institución clave que introdujo en España las ideas de la Escuela Nueva con un claro afán europeísta y secular. El despertar educativo y el impulso pedagógico del primer tercio del siglo XX es, en gran parte, consecuencia de la influencia de la Institución Libre de Enseñanza en todos los ámbitos de la administración y la práctica educativa.

Además, la Generación del 98 despertó entre los intelectuales, políticos y escritores una preocupación por la educación, por la escuela primaria y por la formación del Magisterio, lo que contribuiría a mejorar la educación.

Principios y Desarrollo de la Institución Libre de Enseñanza

En la creación de la Institución Libre de Enseñanza encontramos un proyecto de regeneración moral que no se modificó sustantivamente a lo largo de sus sesenta años de existencia: fue el intento de crear el «hombre nuevo» perfilado idealmente en el proyecto de la filosofía krausista, capaz de enfrentarse con la situación moral del país, profundamente degradada, y lo que es más importante, de superarla y potenciar un nuevo modelo individual y colectivo, más racional, más ético y más humano.

La decisión concreta de fundar un centro de enseñanza la tomaron Francisco Giner de los Ríos, junto con sus amigos Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón, en el año 1876.

Se debatía en el Parlamento la nueva ley de enseñanza, y los conservadores canovistas defendían la enseñanza estatal.

La primera Junta de Accionistas se celebró en mayo de 1876. El grupo de fundadores era muy amplio y procedía de campos muy diversos. La ILE inauguró sus clases el 29 de octubre de 1876, en el número 9 de la calle Esparteros. Entre sus enseñanzas ofrecía varias de grado superior y de segundo grado. Los alumnos de las primeras eran muy escasos, mientras que los de la segunda se fueron haciendo más numerosos. A partir del curso 1878-79 se añadió también al programa la primera enseñanza y desaparecieron los cursos universitarios a causa de las pérdidas económicas.

La Pedagogía Innovadora de la ILE

En estos primeros años, marcados por las dificultades, la ILE se configuró definitivamente como colegio en el verano de 1878, cuando encomendó a Rafael Torres Campos que visitara la Exposición Universal de París para estudiar el nuevo material pedagógico. Allí confirmó este que el método intuitivo de Pestalozzi y de Fröbel era el método utilizado por las modernas escuelas europeas. La ausencia de exámenes y libros de texto, el estudio directo de la realidad, el respeto a la intimidad y a la autonomía del estudiante que Giner practicaba en sus clases universitarias (influenciado por la filosofía krausista de la que era discípulo y amigo de Sanz del Río) se vieron allí ampliados y desarrollados en el terreno de la segunda enseñanza.

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