Interpretación Simbólica del Olmo Seco en la Poesía de Machado: Metáforas de Vida y Deshonor
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El Yo Poético y las Amenazas del Olmo
El yo poético se vale de la metáfora del color “rojo” para describir el hecho de que el olmo se estaría quemando. Sin embargo, para el yo poético, lo triste no es que acabe quemado, sino que arda en “alguna mísera caseta”, seguramente de algún labrador que vive en el campo, como indica el verso:
“al borde de un camino;”
El verdadero deshonor sería arder allí y no en la ciudad, en la casa de alguien bien acomodado.
La Dualidad del Torbellino y el Soplo de las Sierras
Seguidamente, el yo poético da paso a otra posibilidad: que el olmo fuera arrancado por un torbellino. El término “torbellino” puede tener dos significados, ya que el árbol se encuentra en la ribera del Duero: el movimiento de las aguas de un curso fluvial o el movimiento de rotación del aire. El verso:
” y tronche el soplo de las sierras blancas;”
podría explicarse si el paisaje descrito se encontrara en el paso del Duero por Soria, ya que ese “soplo” podría traducirse como el aire frío que llega de las montañas nevadas del Sistema Ibérico, o bien, que el yo poético se refiera a la futura llegada del invierno.
El Destino Final: Arrastrado por la Corriente
El último caso que expone es que el olmo pueda ser arrastrado por la fuerte corriente del río (que se encuentra en su curso alto y tiene abundante caudal), hasta que este lo deje en el mar tras su larga travesía, pasando por “valles y barrancas.”
El Deseo de Anotar la Gracia Verdecida
Finalmente, el yo poético nos hace partícipes de su deseo, expresado en los dos versos siguientes:
“olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida.”
Después de haber visto el estado lamentable del olmo y la pequeña chispa de vida que de él brotaba, el yo poético desea guardar un recuerdo escrito del maravilloso hecho. Aunque parezca una contradicción, en realidad ya lo ha hecho en el mismo poema.
Sinceridad y Veracidad Poética
El hecho de dejar esta frase para el final, después de haber hablado extensamente del árbol, sugiere que el poema no fue compuesto intencionadamente, sino que surgió de la mente del autor. Este recurso expresivo aporta sinceridad y veracidad al texto. Aunque el yo poético ha descrito el árbol en general, la idea principal en la que quiere centrarse y con la que quiere terminar el poema es la aparición de esas nuevas hojas verdes, la “gracia de tu rama verdecida”. Es decir, la hermosura de una rama a la que califica de “verdecida”, coloreada por el vivo color verde de las hojas nuevas.
La Esperanza Personal: Otro Milagro de la Primavera
En los tres últimos versos, el yo poético parece apartarse del tema concreto del olmo para reflexionar sobre sí mismo:
“Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.”
Estos versos reflejan un deseo o esperanza personal. El poema anterior funciona como un ejemplo que le ayuda a animarse y a mantener la esperanza. Cuando dice “mi corazón”, se está refiriendo a su alma, a sus sentimientos, a sí mismo. El yo poético utiliza el recurso de la metonimia (la parte por el todo).
El Simbolismo de la Luz y la Vida
Y “espera”, dice, “otro milagro de la primavera”, siendo el primero la aparición de las hojas verdes en el árbol muerto. En realidad, no se llega a descubrir qué es lo que está esperando, aunque, eso sí, debe ir “hacia la luz y hacia la vida.” Tal vez se refiere a la aparición de una nueva vida, mientras otra se acerca al final de la vejez. El término “primavera” podría tener un doble significado, refiriéndose metafóricamente a la juventud, fresca y vital.
¿Quién sabe si el poeta Machado recordaba su infancia y su juventud mientras paseaba por la orilla del Duero?