La Intersección Fundamental entre Derecho, Moral y Sociedad: Claves para la Convivencia Justa

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La Interacción entre Derecho, Moral y Usos Sociales

Las comunidades humanas no se rigen únicamente por el Derecho; también están profundamente influenciadas por las normas morales y los usos sociales. Un buen orden político requiere del Derecho, pues existe una necesidad espiritual inherente de justicia.

En ciertas esferas, el Derecho solo puede actuar de forma limitada, requiriendo la intervención de otros órdenes normativos. De hecho, la excesiva intervención del Derecho en ciertos ámbitos, como la familia, puede indicar una situación patológica.

Lo ideal es la coincidencia entre la regulación moral y jurídica, de modo que el Derecho, como orden normativo, se alinee con la dirección y el sentido de las relaciones sociales, especialmente si estas son justas y promueven el bienestar de la persona.

Relaciones de Remisión y Complementariedad entre Derecho y Moral

La interconexión entre Derecho y moral se manifiesta en diversas formas:

  • Categorías morales en el Derecho: Conceptos como la buena fe, las buenas costumbres, las costumbres o la figura del buen padre de familia son ejemplos claros de cómo principios morales se integran en el ordenamiento jurídico.
  • Eficacia normativa: Cuando el sentido de las normas jurídicas coincide con los esquemas morales comúnmente admitidos, el Derecho tiene una mayor probabilidad de lograr su máxima eficacia, reforzándose así en el comportamiento social.
  • Conflictos de cumplimiento: Por el contrario, cuando el Derecho atenta contra la moral mayoritaria, surgen problemas significativos para su cumplimiento efectivo.

Evolución Histórica de la Relación entre Derecho y Moral

La relación entre el Derecho y la moral ha experimentado una evolución significativa a lo largo de la historia:

  • Primera etapa histórica: Se caracterizó por una indistinción entre Derecho, moral y religión.
  • Edad Media: Se inicia una distinción incipiente, aunque ambos ámbitos permanecen estrechamente vinculados.
  • Edad Moderna (Siglo XVII): Se consolida la distinción entre Derecho y moral, con aportaciones fundamentales de autores como Immanuel Kant.
  • Siglos XIX y XX: Se profundiza la división entre Derecho y moral, convirtiéndose en un postulado básico del positivismo jurídico dominante. En la actualidad, se observa una primacía de la ley sobre la moral, en un contexto de creciente relativismo moral, lo que plantea interrogantes sobre la objeción de conciencia.

El Relativismo Moral y la Objeción de Conciencia

El relativismo moral imperante es objeto de crítica por parte de diversos pensadores. La profesora Consuelo Martínez-Sicluna, por ejemplo, señala:

“En el pensamiento actual ya no es el orden ético el que antecede a la moral, sino que, una vez establecida la misma por razones puramente convencionales, de ella se deduce un orden ético, una perspectiva subjetiva de lo que éticamente conviene, para que la convivencia no se rompa.”

Según esta perspectiva, el orden ético se reduce a lo socialmente compartido, y cualquier convicción moral no coincidente queda relegada al ámbito estrictamente privado del individuo.

Esta situación genera un conflicto inherente entre el cumplimiento de las leyes y la fidelidad a las propias convicciones morales, es decir, un dilema entre la obediencia a las leyes y la lealtad a la propia conciencia. De ahí surge la imperiosa necesidad de contemplar la posibilidad de la objeción de conciencia como un mecanismo legítimo.

A pesar de esta especificidad de cada ámbito, es innegable la profunda relación y conexión entre la moral y el Derecho.

Derecho y Política: Distinciones y Roles

Es fundamental establecer una clara distinción entre el rol del jurista y el del político:

  • El jurista atiende primordialmente a las relaciones de justicia.
  • El político está enfocado en la consecución del bien común.

Desde una perspectiva filosófica, es crucial entender que el Derecho es la cosa justa, y no meramente la ley. Ordenar o regular la vida social no es la función principal del jurista, sino del político.

La ley, por su parte, debe armonizar la libertad y regular la propiedad. Además, la ley desempeña un papel pedagógico significativo: para una gran parte de la sociedad, lo legal se equipara con lo bueno, lo que contribuye a la creación de hábitos y normas de comportamiento.

Legalidad y Legitimidad

La distinción entre legalidad y legitimidad es crucial para comprender la relación entre el Derecho y la moral. Mientras la legalidad se refiere al cumplimiento de las normas establecidas, la legitimidad alude a la aceptación y justificación moral de esas normas por parte de la sociedad.

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