Introducción a la Ética Aristotélica
Clasificado en Filosofía y ética
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Aristóteles y su legado filosófico
Contexto histórico y trayectoria
Aristóteles, nacido en el año 384 a.C. en Estagira, cerca de Tracia, se trasladó a Atenas para recibir educación superior. Ingresó en la Academia platónica, donde permaneció hasta la muerte de su fundador, Platón, quien lo llamaba "la inteligencia" de la escuela. A pesar de su profunda influencia, Aristóteles acabó disintiendo de Platón en varios aspectos, especialmente en la teoría de las Ideas.
Tras la muerte de Platón, Aristóteles continuó en la Academia y posteriormente fundó su propia escuela en Atenas, el Liceo, que dirigió durante doce años (335-323 a.C.). Debido a los acontecimientos políticos de la época y su conexión con el antiguo gobierno, Aristóteles se vio obligado a abandonar Atenas y falleció en el año 322 a.C.
Temática de su obra
La obra de Aristóteles abarca una amplia gama de temas, incluyendo lógica, filosofía natural, física, metafísica, psicología, ética y política. En este documento, nos centraremos en su ética y su relación con la política.
La Ética Aristotélica
La ética, como rama de la filosofía, se ocupa del valor de la conducta humana, del bien y del mal. En la ética aristotélica, se destacan tres aspectos fundamentales: el bien, la felicidad y la virtud.
1. El Bien (agathos)
Aristóteles concibe el bien como el fin último al que aspiran todas las acciones humanas. Una acción es considerada "buena" si contribuye al logro de este fin. El bien supremo, que engloba a todos los demás bienes, es la felicidad (eudaimonia).
2. La Felicidad (eudaimonia)
Para Aristóteles, la felicidad es el bien supremo y el fin último de todas las actividades humanas. No se trata de un estado de placer momentáneo, sino de una vida plena y virtuosa.
3. La Virtud
Si la felicidad es el bien del hombre, toda actividad que contribuya a su consecución es considerada virtuosa. La virtud, para Aristóteles, es un hábito, una disposición permanente a actuar de manera excelente. Es la capacidad de elegir aquello que nos realiza como seres humanos.
En resumen, la ética aristotélica se basa en la búsqueda de la felicidad a través de la práctica de las virtudes. El bien es el fin último de nuestras acciones, y la virtud es el camino para alcanzarlo.