El Islam y la Europa medieval
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En la Meca vivía Mahoma, un comerciante de familia acomodada que a los 40 años comenzó a predicar una nueva religión: el Islam. Las predicaciones de Mahoma se recogieron en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes, en el que se describen las 5 obligaciones fundamentales que debe cumplir todo musulmán:
- La profesión de fe, por la que todo musulmán testifica que no hay más dios que Ala y que Mahoma es su profeta.
- La oración, que se practica 5 veces al día y los viernes de forma colectiva en la mezquita bajo la dirección del imán.
- La peregrinación a la Meca al menos una vez en la vida.
- El ayuno durante el mes de Ramadán.
- La limosna para ayudar a los pobres.
El Corán también recoge normas para la vida cotidiana, permite la poligamia y prohíbe comer carne de cerdo, beber vino y participar en juegos de azar.
Carlomagno sometió a los sajones, conquistó el reino lombardo de Italia y se apoderó de territorios en la península ibérica. Además, impuso el cristianismo a los pueblos sometidos. Su prestigio y su poder eran tales que en el año 800 el papa le coronó como nuevo emperador de Occidente.
Hacia el año mil, Europa estaba dividida en numerosos estados y reinos. Las guerras entre ellos debilitaron a los reyes y mermaron su capacidad defensiva, lo que facilitó la llegada de nuevos invasores que asolaron Europa.
La reserva señorial era la parte del feudo cuya explotación se reservaba el señor, incluía el castillo, las tierras de cultivo cuyos productos se entregaban al señor, y los prados y los bosques en los que los campesinos solo podían cazar o recoger leña con permiso del noble.
El fuero era un documento en el que se estipulaban sus derechos y privilegios y la forma en que debían gobernarse.
Los gremios eran los artesanos de un mismo oficio que se asociaban, y nadie podía dedicarse a un oficio si no pertenecía a su gremio.
Las universidades fueron el resultado de la gran afluencia a las escuelas urbanas, lo que impulsó a maestros y estudiantes a organizarse como un gremio, al igual que sucedió con los demás oficios, para defender su autonomía y sus privilegios. De esa forma surgieron las primeras universidades, término que al principio no designaba un centro de estudio, sino una asociación gremial.