Johannes Brahms y Anton Bruckner: Dos Gigantes del Romanticismo Tardío
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Johannes Brahms (1833-1897)
Johannes Brahms se mantuvo al margen de las discusiones con Franz Liszt. Sin embargo, Eduard Hanslick, un influyente crítico musical, representaba en cierto modo la postura de Brahms. Hanslick criticaba a Richard Wagner por su formalismo, es decir, la idea de que la música debía estar guiada por elementos externos. Wagner, por otro lado, sostenía que las formas musicales dependían de los textos. Hanslick consideraba esta postura como amorfismo: una identificación entre contenido y música, una relación intrínseca entre los sonidos.
Brahms fue, en su época, uno de los músicos más clásicos y conservadores junto con Felix Mendelssohn. Su estilo podría describirse como un "clasicismo renovado". Heredero de Ludwig van Beethoven, Brahms recibió una sólida educación musical desde muy joven gracias a su padre, que era contrabajista. Se convirtió en un pianista virtuoso y un gran conocedor del contrapunto y de la música del pasado.
Su carrera se desarrolló principalmente en Viena. Al igual que en la música de Beethoven, en la obra de Brahms se combina la elegancia y el ambiente de la capital vienesa con un toque rudo y fuerte característico del norte de Alemania. A diferencia de muchos otros músicos que compaginaban la música con otras carreras, Brahms se dedicó exclusivamente a la música, comenzando su carrera con conciertos desde muy joven.
Robert Schumann fue uno de sus principales apoyos. Aunque Schumann solía respaldar a compositores de valía, presentó a Brahms como el estandarte de la futura música alemana.
Obras destacadas de Brahms:
- Rosmarin
- Un réquiem alemán
- Sinfonía n.º 3
- Sinfonía n.º 4
- Quinteto con piano
Anton Bruckner (1824-1896)
Anton Bruckner fue un compositor ensombrecido por las figuras de Wagner y Brahms. Su carácter autocrítico lo llevó a realizar constantes revisiones de sus sinfonías, llegando a editar dos versiones de muchas de ellas. Trabajó como organista en una iglesia de Viena, lo que influyó notablemente en su obra sinfónica, en la que se aprecian los distintos registros de las familias instrumentales imitando a los del órgano.
Sus sinfonías poseen un sentido estructural tremendamente orgánico y ninguna tiene un carácter programático o de poema sinfónico. Bruckner juega con los materiales, aplicando una notable economía temática, y sus estructuras son muy extensas. En sus sinfonías se ciñó a las formas clásicas y no a la idea programática de la Nueva Escuela Alemana.
Hanslick no admiraba su obra, ya que Bruckner se había declarado admirador de Wagner. De este último, Bruckner tomó algunas cuestiones ornamentales, como la utilización de cuatríadas más libres y, sobre todo, el tipo de orquestación, con un uso prominente del metal y grandes sonoridades. Por ejemplo, su Sinfonía n.º 7 incluye tubas wagnerianas.
Obras destacadas de Bruckner:
- Sinfonía n.º 4
- Virga Jesse (motete de música sacra)