John Stuart Mill y el Utilitarismo
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Mill defiende el utilitarismo 'de la regla': aquello de verdad útil son las reglas morales, especialmente las que regulan el comportamiento público -que deben caracterizarse por su imparcialidad. Para Mill la utilidad es, pues, cualitativa
Para Mill, la libertad individual es la condición previa e imprescindible de la felicidad o bienestar: no es un fin en sí misma sino el instrumento para poder llevar una vida de creatividad y de placer. La libertad crea diversidad y la diversidad hace una vida más digna de ser vivida. La libertad debe ser defendida tanto ante el Estado, que tiende a controlar la vida de los ciudadanos, como ante la tiranía de la opinión pública que tiende a vivir de tópicos y lugares comunes.
Se puede calcular la felicidad ('cálculo felicitará') que produce una acción o una regla moral y compararla con otras posible acciones o reglas cuando se sabe cómo la gente mejora la vida, el bienestar, la felicidad, las expectativas, etc. en adoptar determinados modelos de vida. Hay formas de vida mejores que otros porque sus consecuencias son también mejores.
El contenido de la felicidad: - no parece un despropósito asociar el bien moral con el aumento de la felicidad. El problema aparece cuando asociamos la felicidad o el bien moral placer. Para Mill, no todos los placeres son iguales, existen una jerarquía de los placeres donde es más importante la calidad que la cantidad. Así desde un punto de vista cualitativo existen placeres superiores (intelectuales) y placeres inferiores (corporales) y sólo en el caso que los superiores subordinan a los inferiores podemos inspirar a una felicidad que sea digna de la condición humana. Los placeres superiores son aquellos que incorporan y contribuyen a la felicidad colectiva.
La sociabilidad fundamento de la moral: - Según Mill existe en nosotros un sentimiento natural de pertenecer al colectivo social. Sobre este sentimiento la educación ha de construir el sentimiento moral. Mill expresa que el interés por el colectivo también responde al interés propio, pero además de esta defensa egoísta del interés general, Mill afirma que el sentimiento favorable al buen común también está dentro de nosotros.
Sanciones internos y externos: - Para Mill, todo sentimiento moral es adquirido, pero el principio utilitarista tiene un fundamento en la sociabilidad natural del ser humano, fomentar el sentimiento altruista no supone actuar contra natura sino reforzar aquello más noble de nosotros. Este sentimiento moral una vez establecido supone una interiorización de la vigilancia, una sanción interna de la moral. En el estudio actual de desarrollo de la humanidad (positivismo). Según Mill este sentimiento que incorpora el bien del colectivo, al bien individual no es todavía lo suficientemente intenso en la mayor parte de las personas. Es por este que es necesario la imposición de sanciones externas, ya sea por la ley o por la opinión pública.
Mill como político: - Forma de gobierno: - La mejor forma de gobierno será aquella que provoque el mayor números de beneficio inmediato y factible. La mejor sería en la que intervenga la mayoría, por eso defiende la democracia representada por personas sabias. Democracia: - Garantiza el interés común, - es la que tiene más posibilidad de crear conciencia cívica en el individuo, de preocupación por el bien común, - fomenta la libertad privada y el desarrollo libre del individuo.
Principio de utilidad: es bueno lo que es útil para la mayor felicidad del mayor número de personas posible.
Ventajas circunstanciales: cualidades que dependen de la situación y que no constituyen un aspecto esencial del objeto.
Libertad: - Despliegue y desarrollo de las capacidades individuales de todo ser humano.
Guardián de su propia salud: - Sólo el propio individuo es responsable de sus actos, por lo tanto, es libre de cualquier acción siempre que no perjudique las libertades básicas de los demás.