José María Aznar: Auge y Caída en sus Dos Legislaturas (1996-2004)
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Primera Legislatura (1996-2000)
José María Aznar, más joven que sus predecesores Adolfo Suárez y Felipe González, representaba una nueva generación sin los "tics de la Transición" y con una menor predisposición al consenso. Proveniente de una familia con un fuerte legado en el periodismo y la diplomacia (su abuelo fue periodista y diplomático, y su padre director de Radio Nacional), Aznar era muy consciente de su linaje. En su juventud, militó en un grupo radical falangista y publicó artículos críticos con la Constitución.
Su trayectoria política se resume en los siguientes hitos:
- 1982: Diputado de Alianza Popular (AP) por Ávila.
- 1987: Presidente de Castilla y León.
- 1989: Presidente del Partido Popular (PP).
Tras ganar las elecciones en 1996, Aznar pactó con los nacionalistas vascos y catalanes en el conocido como Pacto Majestic, descentralizando el gobierno. Implementó políticas neoliberales, privatizando grandes empresas públicas rentables y reduciendo impuestos. Además, profesionalizó el ejército, eliminando el servicio militar obligatorio. Intentó crear un grupo mediático afín a su partido, similar a lo que había hecho el PSOE con PRISA. Durante esta primera legislatura, el gobierno de Aznar gozó de una gran popularidad.
Segunda Legislatura (2000-2004)
En el año 2000, Aznar ganó por mayoría absoluta. Sus principales objetivos eran alcanzar la plena ocupación laboral y cumplir los criterios para la adopción del euro como moneda única. Sin embargo, esta segunda legislatura estuvo marcada por un cambio radical en la política exterior. Aznar adoptó una postura rupturista, buscando convertirse en un aliado estratégico de Estados Unidos. Esta nueva orientación se basaba en la idea de que España, como potencia económica emergente y con influencia en América Latina, podía jugar un papel relevante en la escena internacional. Este giro culminó con la participación de España en la Guerra de Irak.
En el ámbito interno, Aznar se mostró menos conciliador. Impulsó una política de re-españolización, simbolizada por la colocación de una gran bandera de España en la Plaza de Colón, y frenó las transferencias de competencias a las comunidades autónomas. Su política económica se basó en gran medida en el boom inmobiliario, con una construcción masiva en toda la costa española.
La boda de su hija en el Monasterio de El Escorial, lugar de enterramiento de los reyes de España, fue interpretada por muchos como un símbolo de su ambición y de su deseo de equipararse a la monarquía.
Durante esta legislatura, Aznar impuso su mayoría absoluta sin buscar el consenso con la oposición. Esto, junto con una serie de decisiones controvertidas, provocó un creciente descontento social:
- El "Decretazo": Una reforma laboral que obligaba a los trabajadores a aceptar cualquier trabajo que se les ofreciera.
- El Escándalo del Prestige: Un petrolero que sufrió un accidente frente a las costas de Galicia, provocando un vertido de petróleo que se extendió por toda la costa. La gestión de la crisis por parte del gobierno fue muy criticada.
- El Escándalo del Yak-42: Un avión subcontratado a una empresa ucraniana para transportar tropas españolas a Afganistán se estrelló, causando la muerte de 62 militares. Se descubrió que el avión estaba en mal estado.
- Los Atentados del 11M: Una serie de atentados terroristas en trenes de cercanías en Madrid. Inicialmente, el gobierno atribuyó la autoría a ETA, pero posteriormente se demostró que los responsables eran terroristas islamistas. La insistencia del gobierno en mantener la autoría de ETA, a pesar de las evidencias, generó una gran indignación.
El creciente descontento se materializó en las elecciones de 2004, en las que José Luis Rodríguez Zapatero, del PSOE, ganó la presidencia del gobierno, capitalizando el malestar generado por la gestión de Aznar durante su segunda legislatura.