Joyas del Arte Paleocristiano: Sarcófago de Junio Basso y el Buen Pastor
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El Sarcófago de Junio Basso: Una Obra Maestra de la Escultura Paleocristiana
El Sarcófago de Junio Basso es, sin duda, una de las mejores obras escultóricas de la época paleocristiana. Realizado a mediados del siglo IV en Roma, la calidad de las escenas representadas y, sobre todo, su excepcional estado de conservación, lo han convertido en una de las piezas clave para el estudio de la escultura paleocristiana.
Características Formales y Materiales
- La obra de Junio Basso fue realizada en mármol de Carrara.
- Está organizada en dos registros diferentes, con cinco escenas en cada uno de ellos.
- Las tallas están realizadas en altorrelieve y se enmarcan en estructuras arquitectónicas.
- Cada uno de los nichos de la zona superior presenta una estructura adintelada, mientras que en el registro inferior se alternan nichos de frontones triangulares con otros de arcos rebajados.
- En las columnas se pone de manifiesto la minuciosidad de las formas, con capiteles y fustes tallados con elementos vegetales y geométricos.
Iconografía y Simbolismo
Iconográficamente, la piedra fusiona escenas más tradicionales con otras novedosas, como la Pasión de Cristo. En los lados se encuentran escenas como el Sacrificio de Isaac, y en el registro inferior destaca la escena central: Cristo entrando en Jerusalén.
No son temas elegidos al azar; forman parte de un complejo programa iconológico: las escenas de la parte central de ambos registros aluden al triunfo de Cristo sobre la muerte y a su aspecto divino.
El Buen Pastor: Simbolismo y Estilo en la Pintura Paleocristiana
La representación del Buen Pastor es una pintura mural de una catacumba y constituye un tema muy frecuente en las representaciones pictóricas paleocristianas.
Técnica y Estilo
La obra que nos ocupa refleja claramente la técnica de los primitivos pintores cristianos, que era la misma que la de los romanos paganos, pero condicionada ahora por la espiritualidad y el fervor religioso. Esto hace, como en este caso, que las figuras, bastante planas, pierdan clasicismo y ganen espiritualidad.
Aquí, el Buen Pastor aparece como un Cristo imberbe que lleva sobre sus hombros un cordero, igual que los moscóforos griegos. Estamos, pues, ante un ejemplo evidente de cristianización de un tema pagano, algo habitual en las manifestaciones artísticas de los primeros cristianos.
El estilo de pintura se basa en el trazo rápido e impresionista y no presenta variedad cromática. Cumple con el objetivo principal de la pintura paleocristiana, que no pretende representar fielmente la realidad, sino transmitir un mensaje religioso.
Significado Teológico
El Buen Pastor, para los cristianos, es una alegoría a Jesús, visto como el pastor que salva al cordero (alegoría del alma cristiana, del alma del pecador que ha salido del camino de la salvación).