Juan Ramón Jiménez, Unamuno y la Generación del 98: Poesía, Filosofía y Renovación Literaria
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Juan Ramón Jiménez: Etapas Poéticas y Premio Nobel
A Juan Ramón Jiménez le fue concedido el Premio Nobel en 1956. Se dedicó plenamente a la poesía, dando unidad a su obra mediante la selección de poemas en antologías. En estas, se distinguen tres etapas principales:
Modernismo (hasta 1915)
Influenciado por Bécquer y el Simbolismo, Jiménez busca el lenguaje y las palabras precisas para expresar su experiencia.
Etapa Intelectual (1916)
Su viaje en barco a Estados Unidos para casarse le proporciona una intensa experiencia con el mar. En esta nueva etapa, la musicalidad disminuye y utiliza el verso libre para capturar la esencia de las cosas. Su poesía se vuelve abstracta, depurada e intelectual.
Etapa Verdadera
En esta fase panteísta, el poeta se identifica con Dios, a quien percibe en la naturaleza.
Obra de Unamuno: Crisis Existencial y Renovación Narrativa
La obra de Unamuno refleja su experiencia vital, marcada por crisis religiosas y existenciales que le hicieron perder la fe. Su obra, predominantemente filosófica, explora el sentido de la vida humana y su preocupación por el devenir de España. Unamuno renovó la técnica narrativa, alejándose del realismo y priorizando los diálogos.
En Niebla, obra que denominó "nivola" (combinación de "niebla" y "novela"), utiliza con frecuencia el monólogo interior y plantea la relación entre el protagonista y el autor, reflejo de la relación entre los hombres y Dios.
San Manuel Bueno, mártir, escrita tras una crisis espiritual, presenta a un cura que ha perdido la fe, pero continúa ejerciendo su sacerdocio. En esta novela, confronta al individuo consciente y angustiado ante la muerte con la colectividad del pueblo, inconsciente pero feliz.
Generación del 98: Características, Preocupaciones y Estilo
A comienzos del siglo XX, la literatura española experimenta un florecimiento notable. La Generación del 98 surge como reacción y afirmación de nuevos valores, marcada por el desastre militar y la protesta de 1898. La pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas se percibe como consecuencia del anquilosamiento político y social de España.
Escritores como Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu y Machado plantean la necesidad de una reforma radical de la vida nacional. Se caracterizan por su idealismo, su profunda preocupación por la imagen de España y su marcado espíritu individualista.
Para lograr este cambio, intentan descubrir el alma de España a través de tres vías:
- El paisaje: Descubren y sienten entusiasmo por el paisaje castellano, reflejo del espíritu sobrio y austero de sus habitantes.
- La historia: Se centran en los hechos cotidianos de la vida (intrahistoria), dejando de lado los sucesos históricos espectaculares.
- La literatura: Se inspiran en autores medievales y en otros autores olvidados que sintieron profundamente España. Consideran a Castilla como el núcleo de la nación española.
La solución al problema español: Frente a la decadencia, su planteamiento inicial fue de pesimismo, atacando las tradiciones y buscando el contacto con Europa.
Estilo y técnica: Se oponen frontalmente a las tendencias del siglo XIX (Romanticismo y Realismo).