Juego Simbólico en la Infancia: Impacto y Estrategias para el Desarrollo Cognitivo y Social

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El Juego Simbólico: Clave en el Desarrollo Infantil y sus Dimensiones

El juego simbólico permite al niño representar situaciones que ha protagonizado y, más adelante, conforme vaya aumentando su complejidad, otras que no tiene por qué haber realizado directamente.

Es un elemento muy importante, ya que favorece el desarrollo del lenguaje del niño. Se manejan conceptos abstractos, le permite utilizar palabras sin tener los objetos delante y manejar distintos roles.

La socialización que se produce en el juego simbólico es importante para que el niño no se aísle, utilice el léxico que ha aprendido y pueda tener una retroalimentación.

Abarca distintas dimensiones en las que podemos utilizar diferentes estrategias cognitivas de intervención para facilitar su desarrollo:

Dimensiones del Juego Simbólico y Estrategias de Intervención

1. La Descentralización

La descentralización es la etapa referida a la distancia de uno mismo que guardan las acciones simbólicas. En un primer momento, las acciones están dirigidas por el propio niño, referidas al propio cuerpo y desprovistas de finalidad real, y se debe facilitar la interacción con juguetes. Progresivamente, comienzan a ser ejecutadas en otros participantes que son tratados como pasivos al principio, pero posteriormente serán considerados elementos activos. En estos momentos, se posibilita al niño la interacción con juguetes que le ayuden a reproducir acciones cotidianas y, progresivamente, se le deja que inicie sus interacciones, ya que irá dando más participación a las personas u objetos.

2. La Sustitución de Objetos

La dimensión de sustitución de objetos abarca las relaciones entre el objeto representado y el simbólico. En un primer momento, se produce una coincidencia entre significante y significado, y se facilita la interacción con juguetes con el fin de que realice imitaciones de acciones funcionales. Paulatinamente, se va disociando de modo que facilitaremos la interacción para que un objeto pueda ser utilizado para representar a otro con cualidades semejantes hasta, en un tercer momento, llegar a sustituirlos por otros con los que no guardan ninguna relación, posibilitando situaciones no funcionales.

3. La Integración

La integración está referida a la complejidad estructural del juego. Va desde las acciones aisladas hasta las combinaciones en secuencias. En un primer momento, debemos facilitar los contextos y situaciones adecuados para que inicie el desarrollo de juegos con acciones simples y aisladas. A continuación, se posibilitan situaciones de juego más elaboradas, aumentando la dificultad progresivamente. Y, en un tercer momento, combinaciones multiesquemas que incluyen dos o más acciones: primero desordenadas y después se organizarán en una secuencia integrada.

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