Julio César en la Galia: Maniobras y Asedios Militares

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Las Campañas de Julio César: Estrategia y Conquista en la Galia

Preparativos y Establecimiento del Campamento en el Aisne

Postquam omnes Belgerum copias, in unum locum coactas, ad se venire neque iam longe abesse ab iis quos miserat exploratibus et ab Remis cognovit, flumen Axonam, quod est in extremis Remorum finibus, exercitum traducere maturavit atque ibi castra posuit.

Después de que César supo, por los exploradores que había enviado y por los Remi, que todas las tropas de los belgas, reunidas en un solo lugar, venían contra él y no estaban ya lejos, se apresuró a pasar el ejército al otro lado del río Aisne, que se encuentra en los confines extremos del territorio de los Remi, y allí estableció su campamento.

El Asedio de Bibrax

Ab his castris oppidum Remorum nomine Bibrax aberat milia passuum octo. Id ex itinere magno impetu Belgae oppugnare coeperunt. Aegre eo die sustentatum est.

A ocho millas de este campamento se encontraba la fortaleza de los Remi llamada Bibrax. Los belgas comenzaron a atacarla sobre la marcha con gran furia. A duras penas se pudo resistir aquel día.

Avance hacia Noviodunum y Resistencia

Postridie eius diei Caesar, priusquam se hostes ex terrore ac fuga reciperent, in fines Suessionum, qui proximi Remis erant, et magno itinere confecto ad oppidum Noviodunum contendit. Id ex itinere oppugnare conatus, quod vacuum ab defensoribus esse audiebat, propter latitudinem fossae murique altitudinem, paucis defendentibus, expugnare non potuit.

Al día siguiente, antes de que los enemigos se recuperaran del pánico y de la desbandada, César llevó a su ejército al territorio de los Suessiones, que estaban próximos a los Remi, y tras una larga marcha se dirigió a la fortaleza de Noviodunum. Habiendo intentado asaltarla sobre la marcha, porque había oído que se encontraba sin guarnición, no pudo tomarla, a pesar de que había pocos defensores, debido a la anchura del foso y la altura de la muralla.

La Rendición de los Suessiones

Celeriter vineis ad oppidum actis, aggere iacto turribusque constitutis, magnitudine operum, quae neque viderant ante Galli neque audierant, et celeritate Romanorum permoti, legatos ad Caesarem de deditione mittunt et, petentibus Remis ut conservarentur, impetrant.

Habiendo acercado rápidamente las galerías de asedio a la ciudad, elevado el terraplén y construidas las torres, los galos, asombrados por la magnitud de las obras que ni habían visto antes ni habían oído, y por la rapidez de los Romanos, enviaron legados a César para la rendición y, por mediación de los Remi, consiguieron que se les perdonara.

Expedición Marítima y Desembarco

His rebus gestis, Labieno in continente cum tribus legionibus et equitum milibus duobus relicto ut portus tueretur et rei frumentariae provideret, consiliumque pro tempore et pro re caperet, ipse cum quinque legionibus et pari numero equitum quem in continente reliquerat, ad solis occasum naves solvit et leni Africo provectus.

Una vez concluido esto, habiendo dejado a Labieno en el continente con tres legiones y dos mil jinetes para proteger los puertos, velar por el aprovisionamiento de trigo y tomar las decisiones que las circunstancias aconsejaran, el propio César, con cinco legiones y un número similar de jinetes (que había dejado en el continente), zarpó al atardecer e impulsado por un ligero viento del suroeste (Ábrego).

Encuentro con el Enemigo y Primer Combate

Caesar exposito exercitu et loco castris idoneo capto, cohortibus decem ad mare relictis et equitibus trecentis qui praesidio navibus essent, de tertia vigilia ad hostes contendit, eo minus veritus navibus, quod in litore molli atque aperto deligatas ad ancoras relinquebat. Ei praesidio navibusque Q. Atrium praefecit. Ipse noctu progressus milia passuum circiter XII hostium copias conspicatus est. Illi equitatu atque essedis ad flumen progressi ex loco superiore nostros prohibere et proelium committere coeperunt.

César, una vez desembarcado el ejército y elegido un lugar apropiado para el campamento, habiendo dejado junto al mar diez cohortes y trescientos jinetes para que protegieran las naves, se dirigió a partir de la tercera vigilia (medianoche) hacia donde estaban los enemigos, temiendo menos por las naves, puesto que las dejaba ancladas en un litoral tranquilo y abierto. Puso al frente de esta protección de las naves a Quinto Atrio. Él mismo, habiendo avanzado de noche unas doce millas, avistó a las tropas de los enemigos. Aquellos, avanzando con su caballería y sus carros de guerra hacia el río, comenzaron a impedir el paso a los nuestros desde un lugar más elevado y a entablar combate.

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